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Medio ambiente

Las colillas arrojadas al mar y playas liberan metales pesados en las costas gallegas

A través de los filtros, los cigarrillos absorben y liberan cantidades importantes de metales tóxicos como cobre, plomo o zinc

Científicos vigueses del Instituto Español de Oceanografía han publicado un estudio donde analizan su impacto en la fauna

Una de tantas colillas tiradas en la costa Foto: Instituto Español de Oceanografía

Aldara Diéguez

Las colillas representan una parte importante de la basura que se registra en nuestras costas: se encuentran entre los 10 elementos más frecuentes en las playas europeas, representan el 6% de la basura monitoreada en la costa atlántica, presentando densidades en algunos lugares de más 1000 colillas en 100 metros de playa. A nivel mundial se estima que cerca de cinco billones de colillas llegan cada año al mar, según informa el Instituto Español de Oceanografía (IEO) . Además de la contaminación visual y los efectos físicos en los organismos marinos debido a su ingestión o a la asfixia, las colillas pueden suponer un riesgo toxicológic o debido a las sustancias que liberan.

Científicos del Centro Oceanográfico de Vigo , pertenecientes al IEO, han publicado el 4 de mayo un trabajo en en el que cuantifican como los metales pesados pasan desde los filtros de los cigarrillos al mar , y cómo una vez esto pasa, son absorbidos por las branquias y la glándula digestiva de las ostras .

Para ello llevaron a cabo un experimento con diferentes tipos de filtros: vírgenes, fumados artificialmente y envejecidos en playa y puerto. El primer resultado destacable fue que los filtros fumados, respecto a los vírgenes, muestran niveles de metales hasta 90 veces superior.

Muestra del estudio realizado IEO

El filtro tanto absorbe, como libera

El filtro de un cigarrillo actúa como una esponja que absorbe y libera metales pesados. Al fumar, parte de estos metales, como el plomo, quedan en el filtro. Al tirar una colilla al mar abierto, el filtro libera dicho plomo, que queda en el agua y aumenta el nivel de concentración de metales. No obstante, el mayor problema no es ese. Juan Santos, autor primero del estudio, explica que «cuando un cigarrillo llega a un a zona donde la concentración de metales es alta, por ejemplo en una zona portuaria, o dónde haya un vertido, va a absorber» dichos metales. «Si luego son transportados a zonas de océano abierto, donde la concentración de metales es menor», liberarán dichos metales, aumentando «las concentraciones por encima de las que existen naturalmente».

Según los resultados de este estudio, el cobre fue el elemento con mayor porcentaje de transferencia al agua. Más del 90% de la concentración de este metal en las colillas es expulsado al mar, mientras que el estroncio mostró el menor porcentaje con un 40%. «Los que se deben tener más en cuenta son el plomo, cadmio y mercurio », debido a que son los más tóxicos. asegura Santos.

Muestra del estudio realizado IEO

A la vista de estos datos, los científicos quisieron comprobar si la liberación de metales de las colillas podría suponer un riesgo toxicológico para los organismos marinos a través de la acumulación de estos contaminantes en sus tejidos y, según lo esperado, los resultados demostraron el aumento de las concentraciones de estroncio, manganeso, uranio, cromo, hierro, molibdeno, plomo y zinc, tanto en las branquias como en la glándula digestiva de las ostras expuestas.

Este es un estudio «pionero», puesto que « casi todos los sectores se estaban centrando en plásticos y microplásticos, pero las colillas son más abundantes , es el ítem más encontrado en la basura de las playas». Para Santos tiene «mucho potencial» porque el efecto absorbente de los filtros puede ayudar a «crear estructuras de absorción de metales para limpiar zonas contaminadas».

Medidas para prevenir

El estudio no refleja que el nivel de toxicidad sea peligroso o genere efectos negativos en las ostras o seres humanos. No obstante, los científicos advierten de la necesidad de implementar medidas para ayudar a prevenir, reducir y mitigar los impactos ambientales de las colillas. «Entre otras, se podrían aplicar tarifas adicionales en los productos de tabaco para costear programas de concienciación, de promoción de limpieza y de reducción del consumo de tabaco; establecer multas por tirar basura que incluyan específicamente colillas; o etiquetar los filtros de cigarrillos como desechos peligrosos», señala Santos. «Además, se podrían explorar otras estrategias como mejorar las soluciones de reciclaje para promover la recuperación de las colillas».

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