La investigación avanza y pone el foco en otro pueblo de O Barbanza

El dispositivo será analizado en los próximos días por agentes especializados de Madrid, pero por el momento parece que no se han encontrado ni huellas ni restos de ADN en él . Las mariscadoras que vieron el móvil después de que uno de sus compañeros lo recuperase del agua indicaron que el teléfono presentaba un fuerte impacto y que tenía «la mitad superior rota» , aunque conservaba las dos carcasas y la tarjeta SIM, vital para el caso. Sobre la rotura de la pantalla del teléfono, fuentes consultadas por este medio avanzaron que se debe a una dilatación de la batería a causa del tiempo que el móvil estuvo sumergido, y no a que tratasen de destrozarlo antes de lanzarlo al agua. Tras someterlo a un proceso de desalinización y secado, los efectivos de la unidad tecnológica intentarán rescatar toda la información que Diana guardaba en él en el momento de su marcha, incluidas fotografías y mensajes de Whatsapp.

Volcados de lleno en una investigación que destaca por su complejidad y por su cariz tecnológico, los agentes de la unidad mixta encargados de las pesquisas trabajan para descubrir qué ocurrió el 22 de agosto entre las 2.40 y las 3.30 de la madrugada. Ese es el margen horario que los ocupa, y el que esconde las respuestas del posible desenlace de la marcha de Diana Quer. La señal GPS del teléfono revela que la joven estuvo en Taragoña o su entorno durante al menos 40 minutos, el tiempo durante el que su teléfono siguió dando señal, pero por el momento no hay testimonios fiables de a dónde se dirigió ni de quién o quiénes la acompañaban momentos antes de que su rastro se perdiese sin dejar rastro.

De regreso en la casa de veraneo donde la familia Quer pasaba las vacaciones, la madre de Diana señaló ayer que sigue manteniendo las esperanzas de que su hija mayor aparezca con vida. En compañía de la hermana de la desaparecida, Diana López se mostró «muy contenta» por la aparición del móvil , que «ayudará a que el caso avance y a saber qué ocurrió». El padre de la joven, por su parte, mantiene desde hace semanas un mutismo que solo abandonó para agradecer la colaboración ciudadana tras la entrega del teléfono de su hija a la Guardia Civil.