Carlos Slim y Vázquez Raña revolucionan un municipio gallego

Ayer en Avión, conocido por toda una generación de gallegos que hizo las maletas hacia México, se celebró otra de esas fiestas. Hubo gaitas y comida a mansalva: más de treinta kilos de pulpo, un selecto rodaballo, y todo ello acompañado de pan gallego y regado de vino. Tocaba celebrar el aniversario de la esposa de Vázquez Raña, María de los Ángeles Aldir, y a ello se prestaron decenas de rostros conocidos.

Carlos Slim, propietario de la telefónica Claro y sexto hombre más rico del planeta, aterrizó en Vigo hace tres días. Su amigo Olegario hizo de chófer, con su Rolls-Royce, para ir a recogerlo a las puertas de la terminal. En la jornada posterior, en la que ya es una de las estampas clásicas del agosto gallego, ambos se citaron en la taberna del pueblo, el bar Moncho, para jugar una partida de dominó. Como si fueran dos vecinos corrientes. Aunque no lo son.

Lo serían si ayer, en la casa de Vázquez Raña, no se hubiese visto el desfile de los gaiteros ataviados con sus correspondientes trajes; o al servicio de cátering entrando y saliendo con cajas de pulpo. Se fueron alternando con la llegada de los primeros VIP. Entre ellos, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, o el máximo responsable del Comité Olímpico español, Alejandro Blanco —Raña es miembro del COI—, o uno de los empresarios más conocidos de Galicia, Manuel Gómez Franqueira, propietario de la agroalimentaria Coren. Sin embargo, esta vez no se pudo contar con la presencia de Amancio Ortega, un habitual de otros veranos; ni con la del presidente de Abanca, el banquero venezolano Juan Carlos Escotet.

La estancia de Slim y Vázquez Raña en Avión suele coincidir cuando la aldea celebra sus festejos patronales en honor a San Roque. Ambos empresarios se prestan a la foto y a la conversación con el vecindario, siempre agradecido porque su presencia les coloca durante días en las páginas de los periódicos y las escaletas de los noticiarios.

Quienes también lo agradecen son los comerciantes de Orense. Con la llegada de los acaudalados emigrantes mexicanos, las tiendas de ropa, las joyerías y las discotecas engrosan sus cuentas de resultados . Las casas con helipuerto y los coches de lujo no pasan desapercibidos en una de las provincias con las pensiones más bajas de todo el Estado.

El arraigo de Vázquez Raña con la aldea es genético. Sus padres emigraron a México, donde criaron a cinco vástagos. Uno de ellos, Mario, fallecido en febrero de 2015, era uno de los líderes económicos más conocidos del país. Llegó a acumular una fortuna tal que le permitía desplazarse a diario en helicóptero por la capital del país. Entre sus amistades, destacaba la de Manuel Fraga Iribarne. De gallego a gallego.