Galicia también tiene bloques

Porque las palabras del jefe del Estado fueron nítidas contra la hoja de ruta del independentismo. Don Felipe condenó las ensoñaciones de quienes pretenden imponer «las ideas propias frente a los derechos de los demás» , dinamitando por el camino la convivencia y las costuras sociales de la España de los últimos cuarenta años. Y algunos se sintieron identificados con su discurso. Para empezar, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que saludó el acierto del monarca en su alocución televisada : «Gran discurso del Rey apelando al respeto, la diversidad y la tolerancia . Es decir, a la convivencia constitucional. Confianza en el futuro que todos los españoles podemos construir juntos. Feliz Navidad. Bo Nadal!», escribió a los pocos minutos en las redes sociales.

Detrás del presidente autonómico llegó su partido. Miguel Tellado, secretario general del PPdeG, reivindicó la «plena identificación» de sus siglas con el discurso de Don Felipe , marcado por los resultados del 21-D y los grandes debates que están por venir. Especialmente el de la financiación autonómica. Por eso el número dos de la «Nécora» quiso destacar la «receta» de Don Felipe para renovar los cimientos del Estado, inspirada siempre en la « solidaridad interterritorial y en la búsqueda de la cooperación entre todos para seguir recorriendo juntos el camino que iniciamos hace cuarenta años». A través de un comunicado, Tellado no dejó escapar la ocasión para condenar el impacto que la doctrina de la «equidistancia» está teniendo entre algunas formaciones de izquierda. «No es una opción frente a los que no dudan en alterar la convivencia de todo un país», dijo sobre ella.

En la orilla del constitucionalismo, los populares gallegos solo pueden contar la muleta de Partido Socialista, ahora bajo el liderazgo de Gonzalo Caballero. Los puentes entre ambas formaciones no siempre son sólidos, pero existen . PP y PSdeG pactaron el nombre del experto que representa a la Comunidad en el «comité de sabios» de la financiación, y hace semanas que aprobaron en el Parlamento una posición de partida ante la reforma.

Ayer, el secretario xeral del socialismo gallego señaló que, «en esta ocasión», el Rey se había mostrado «medido en los contenidos» , dejando la puerta abierta a la comparación con el discurso extraordinario del 3 de octubre, cuando el monarca condenó con firmeza la celebración del referéndum ilegal del 1-O. Esta vez, agregó Caballero en un comunicado, «fue equilibrado y con un tono conciliador»: «Intervino en un sentido positivo para contribuir a conseguir un escenario político en Cataluña con espíritu de convivencia y respeto mutuo», manifestó.

Aún así, la reacción del economista vigués no se escapó del matiz. La contención en las formas es bienvenida, aseguró el líder de PSdeG, para a continuación puntualizar que «estos discursos tienen una importancia relativa en la sociedad actual y obtienen un seguimiento limitado ».

Todavía más lejos del monarca se sitúan EnMarea y el BNG. Por boca de su portavoz, Luís Villares, y la diputada en el Congreso Yolanda Diaz, los rupturistas no se arredraron en la crítica, y se lanzaron a reprochar un discurso que «demostró de nuevo lo inapropiado de la institución en los tiempos de hoy , y el incumplimiento de las funciones que la Constitución le tiene reservadas» a Don Felipe.

Los dirigentes de la confluencia incluso llegaron a acusar al Rey de pronunciar un mensaje «plegado al PP» y de haberlo centrado más en el temor por el futuro de la Corona que «en los problemas de la gente».

Desde el flanco nacionalista se repitieron las críticas. Ana Pontón subrayó lo «previsible» e «inmovilista» de la intervención navideña y la falta de «reconocimiento» a una idea plurinacional deEspaña. «No nos representa» apostilló la portavoz nacional del BNG, que incidió en la oportunidad perdida por el Rey para «reconocer sus errores y los errores del Estado español en relación a Cataluña».