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GALICIA

La burbuja del alquiler: tres habitaciones en el centro de Santiago por 1.600 euros al mes

Las viviendas turísticas arrinconan los pisos de alquiler tradicional, que han aumentando sus precios de una forma vestiginosa en urbes como La Coruña, Vigo o la capital gallega

Imagen de una de las viviendas más caras de las que se alquilan en la capital FOTOCASA

P. A.

Encontrar piso en cualquiera de las principales ciudades gallegas es, a día de hoy, misión imposible . La mayoría de las inmobiliarias cuentan con una larga lista de espera de clientes desesperados en busca de una casa que cubra, aunque sea mínimamente, sus necesidades. Pero la labor es complicada. Los expertos en el sector reconocen que la bolsa de viviendas en alquiler se ha reducido drásticamente en los últimos dos años debido al efecto Airbnb. Y es que, alertan, los dueños han encontrado en los pisos vacacionales un auténtico filón que ha transformado el mercado inmobiliario de las urbes más turísticas como Santiago, La Coruña o Vigo.

El problema, confiesan, es que los que se van al alquiler turístico no regresan, por lo que la oferta tradicional dirigida a familias o estudiantes es sumamente limitada . Quienes están en búsqueda activa de casa revelan que «hoy por la noche cuelgan un nuevo anuncio y al día siguiente el piso ya está alquilado o hay una lista de espera ya larguísima para verlo». La situación desanima, sobre todo teniendo en cuenta que a la falta de pisos se suma el estado de los mismos ( muchos no han sido reformados nunca ) y los precios, disparados con respecto a hace solo un par de año.

En ciudades como Santiago es díficil encontrar casa, por pequeña y austera que sea, por debajo de los 350 euros . Ni siquiera esto es viable en su periferia, ya que el alza de los precios afecta de igual modo a municipios vecinos como Milladoiro o Bertamiráns. Por la contra, quienes busquen diseño y amplitud en su nueva vivienda de alquiler se encontrarán con cifras nunca vistas. Un ejemplo es el de un piso de 139 metros cuadrados con tres baños y tres habitaciones, ubicado en el centro de Compostela, y que se alquila por 1.600 euros al mes . Estos precios, propios de grandes urbes como Madrid o Barcelona, empiezan a ser comunes en la Comunidad.

1.000 euros, un precio «habitual»

En el caso de La Coruña, por ejemplo, estos 1.600 son un precio frecuente para muchos pisos reformados que se alquilan en calles céntricas como Juan Flórez o la Plaza de Ourense. Por unos 1.400 es posible encontrar pisos de tres habitaciones y dos baños , aunque sin amueblar. En esta ciudad, 1.000 euros al mes se ha convertido en una precio «habitual» en el caso de viviendas que no llegan, incluso, a los 90 metros cuadrados.

Vigo no es la excepción a este boom que afecta a miles de personas, incapaces de optar a una hipoteca. En zonas como Areal o Lavadores, una vivienda de tres habitaciones puede rondar los 900 euros. En este caso, el problema está en las pocas que hay en alquiler y la competencia por hacerse con ellas, lo que incita a los dueños a subir los precios en busca de la mejor puja.

Para poner coto al problema, desde la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias indican que son necesarias en Galicia 5.000 viviendas de protección oficial en régimen de arrendamiento , como medida urgente.

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