Barrio alerta de la negligencia de usar las diferencias para alentar conflictos

«La pobreza no es sólo la material, pobreza es también la ignorancia, el pecado, la negligencia para hacer el bien y armonizar las diferencias que no tienen por qué degenerar en conflictos», advertía monseñor Julián Barrio durante la celebración en la Catedral de Santiago. «En medio del desacorde conjunto de monólogos que caracteriza nuestra situación se necesita un discernimiento humilde a través de un diálogo sincero para superar la actual crisis de civilización », proseguía el arzobispo de Santiago durante su réplica al presidente de la Cámara autonómica, Miguel Santalices, que, como delegado regio, pronunciaba la ofrenda el Apóstol en representación de Don Felipe.

En un año claramente tensionado por el movimiento independentista en Cataluña, la intervención de Santalices se convertía también en un llamamiento al entendimiento y a «redescubrir lo que nos une». Ante una amplia representación de los conselleiros del Ejecutivo autonómico, el presidente del Parlamento gallego solicitó inspiración «al Apóstol Santiago y a Nuestra Señora de Montserrat» para que «el conjunto de los pueblos de España superemos diferencias y seamos capaces de tender puentes que faciliten la convivencia armónica entre ciudadanos que, a pesar de sus diversas sensibilidades comparten también, a lo mejor sin percatarse, intereses y valores comunes que debemos cultivar y potenciar».

Santalices reservaba también parte de su intervención para demandar una salida ética de la crisis , animando a una reflexión sobre los «errores» cometidos, fundamentalmente, dijo, en el sector financiero, donde «pudo parecer que la codicia se anteponía a la ética». «Llegó el momento de que la recuperación económica se extienda a todos en forma de más empleo, y también de incrementos salariales acordes con los beneficios de las empresas», sostuvo.

En este año en el que el terrorismo yihadista golpeó a España con los ataques del mes de agosto en Barcelona y Cambrils , el presidente de la Cámara autonómica tuvo también palabras contra el terror, demandando durante la ofrenda al Apóstol Santiago que «todos los creyentes entiendan que no hay nada más sagrado que la vida humana y el respeto a la libertad». «Nunca la violencia, el enfrentamiento armado o la destrucción de la dignidad humana pueden encontrar justificación en la religión» , sostuvo Miguel Santalices.