Hazte premium Hazte premium

La Galicia vaciada se resiste

Dos pueblos gallegos tratan de captar familias y emprendedores con alquileres desde 150 euros

«Necesitamos más gente para que trabaje en el sector turístico que vecinos tiene el pueblo» dice el alcalde de Parada de Sil

«No se sostiene más tiempo un modelo de desarrollo en el que la población se concentra en las ciudades», advierten

Los impresionantes cañones del río Sil en los alrededores de Parada do Sil MIGUEL MUÑIZ
Patricia Abet

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hablar de la España vaciada es apelar también a la Galicia vaciada. Esa que acumula ya 2.000 aldeas fantasma, sin ningún habitante, y otras tantas en las que solo resisten uno o dos moradores . La fotografía es tan penosa como bella. Pueblos enclavados en mitad de la naturaleza, en los que la vida se paró cuando sus vecinos migraron a núcleos de población mayores. En muchos de ellos solo quedan casas en ruinas, memoria de lo que fueron. Pero otros en mejor posición, en los que la vida resiste pese al goteo incesante de bajas, buscan nuevos pobladores para no acabar convertidos en una postal lívida. «El abandono de los pueblos no es un problema de la España rural, es de todos. No se sostiene por más tiempo un modelo de desarrollo en el que la población se concentra en las ciudades», afirma sobre este preocupante escenario demográfico la presidenta del Grupo Red Eléctrica, Beatriz Corredor, promotor de una iniciativa para encontrar nuevos vecinos para el rural. Se trata del programa Holapueblo, que pretende conectar a personas interesadas en vivir en el campo con municipios en busca de vecinos emprendedores. Cerca de sententa localidades de toda España participan en este proyecto, en el que también hay dos pueblos gallegos interesados en captar habitantes: Parada de Sil, en Orense, y Bóveda, en la provincia de Lugo.

El primero de ellos, en pleno corazón de la Ribeira Sacra, ofrece a sus futuros vecinos alquileres de nueva construcción a 150 euros al mes . Con un censo de apenas 500 habitantes, las oportunidades para instalarse en Parada y emprender son variadas, caso de un albergue municipal que será sacado pronto a concurso para su próxima gestión. También necesitan un taller mecánico o empresas dedicadas a la electricidad o la fontanería, aunque el futuro de este municipio está enfocado, sobre todo, al turismo. «El rural se está despoblando a unos niveles que no se recuerdan y por eso aceptamos el proyecto», introduce el alcalde de Parada de Sil, Aquilino Domínguez, en una conversación con ABC. «Estamos junto al cañón del Sil, que próximamente va a ser Reserva de la biosfera y no vamos a tardar mucho en ser Patrimonio de la Humanidad , lo que nos da un potencial turístico muy importante. Nos hace falta más gente para trabajar en el sector turístico que la que tenemos en el concello», revela el regidor, al frente de un concello con una edad media «muy elevada». «Nuestra idea es que a través del turismo, donde crecemos exponencialmente [en 2007 no había ningún restaurante en Paradela y ahora hay cinco] vengan emprendedores».

Se buscan familias con hijos

Los que lleguen podrán vivir en cinco viviendas que ofrece el concello y en las que primará la solicitud de parejas con hijos pequeños, lo que más precisa el pueblo, savia nueva. «Buscamos a gente que quiera cambiar sus hábitos, o su modo de vida, y esté pensando en el rural» manifiesta Domínguez, que defiende que «la forma más inhumana de vivir es una ciudad y nos tuvo que venir una peste como esta pandemia para comprobarlo, porque vivir en una ciudad solo es práctico, nada más». A la hora de captar nuevo público, llegado de cualquier parte del país, Paradela de Sil tira de servicios disponibles, echando por tierra la creencia de que el rural implica desconexión. Porque además de algunos de los mejores miradores de Galicia, esta localidad orensana dispone de fibra óptica en todo su territorio, de un centro médico con atención continuada en horario de mañana, con un servicio de urgencias a veinte kilómetros y una farmacia abierta de lunes a sábado.

A las familias que puedan estar interesadas les aclaran que en el concello hay un Punto de Atención a la Infancia, un servicio municipal que cubre las necesidades de niños desde los 3 meses hasta los 4 años, que también abre de lunes a sábado. Los que están en edad escolar deben desplazarse a Castro Caldelas, pero el colegio cuenta con transporte y comedor gratuito. «Vamos a eliminar toda la burocracia para que quiera venir pueda arrancar ya , pero no queremos ocurrencias, queremos proyectos sólidos y bien pensados, que la gente venga y lo vea a pie de obra» afirma consciente de su situación el alcalde de Paradela, que cuenta con cuarenta y dos núcleos pequeños de población distribuidos en nueve parroquias.

La otra candidata gallega a recibir nuevos vecinos que engrosen su censo y revitalicen su economía es Bóveda, un concello lucense basado en el sector servicios y donde también hay muchas explotaciones de ganado vacuno. Allí hay una oferta de once viviendas en venta, ocho de ellas se encuentran en buen estado para entrar a vivir y el resto sería para reformar. Los precios de venta oscilan desde los 15.000 euros hasta los 129.000 y los alquileres pueden rondar los 400 euros. Desde el concello destacan que este municipio se encuentra cerca de núcleos de gran población y dispone de parcelas agrarias para ponerlas a disposición de los nuevos pobladores. Además, y al igual que en el caso de Parada de Sil, se trata de un enclave demográfico estratégico que abre muchas puertas al sector turístico. Para los que se aventuren a elegir esta localidad para dar un giro a su vida, prometen ayudas a las licencias municipales de reconstrucción, rehabilitación y nueva construcción de vivienda. Incluso ofrecen locales para la instalación de negocios de formación. Más allá de la necesidad de que se abran nuevos alojamientos turísticos en el concello, se necesitan manos en el sector de la restauración. Además, apuntan como aviso a navegantes, hay una panadería cercana a la jubilación y recientemente se cerró una fábrica de quesos con todas las instalaciones.

Una aldea menos cada día

Frente a las estadísticas que vaticinan que Galicia perderá cerca de 200.000 habitantes en los próximos 15 años de mantenerse la tendencia demográfica actual, estos pueblos persiguen revertir el pesimismo a base de trabajo, tranquilidad y paisajes con los que es difícil competir. Entre sus bazas está, después de un año de la pandemia que trastocó la marcha social normal, «el teletrabajo, la teleeducación, la telemedicina y el acceso a los servicios administrativos sin tenerse que desplazar kilómetros y kilómetros, al arte, a la cultura e incluso al deporte», apuntan desde Red Eléctrica, impulsora del proyecto. A un ritmo desbocado, que hace que Galicia sume un aldea abandonada más cada semana que pasa, quienes viven en el rural parecen tenerlo claro: «El pueblo puede ser nuestra oficina y también nuestro modo de vida».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación