El alcalde de Castro de Rei solicita una orden de alejamiento contra un vecino por «acoso»

Según el relato de la víctima recogido por Efe, durante la última hora de la tarde del sábado se encontraba paseando con su padre por la localidad de Castro Ribeiras de Lea. Fue en ese momento cuando ambos vieron como el individuo «se metía en el callejón en donde está el despacho profesional» de Balado.

«Nos acercamos a él y le recriminamos por qué se metía con nosotros, a lo que reaccionó de forma violenta intentando atacarnos, por lo que le intenté sujetar las manos» ha relatado el alcalde ante los medios. Tras el forcejeo, Balado terminó «con un puñetazo en la mandíbula y la rotura de un cristal de las gafas ».

El regidor castrense también ha señalado que este es solamente el último suceso relacionado con un «acoso» que se mantiene desde 2011 , solo «unos meses después de su llegada a la alcaldía». El alcalde popular ha relatado que José Teijeiro consideraba que su presencia al frente del Ayuntamiento era un «impedimento para que él pudiese encontrar trabajo y ser una persona libre». Por eso, unos meses más tarde «instaló unos altavoces en su vehículo para proferir descalificaciones contra el alcalde y los políticos del Partido Popular», tal y como señalaron los vecinos de Teijeiro en la parroquia de San Martiño de Goberno.

Más tarde, en 2014, este individuo «se presentó en la alcaldía» y empezó a «amenazar directamente» a Balado , por lo que el regidor solicitó ayuda a la Guardia Civil. A partir de este momento, empezó a darse una «vigilancia constante de los pasos del alcalde», hasta que el pasado 29 de julio aparecieron cortadas las ruedas del coche de Balado. Desde ese incidente no hubo ningún otro encuentro «hasta la semana pasada», cuando «rayó las puertas» del vehículo del alcalde y también de su padre, en la localidad de Castro Ribeiras de Lea.

« La tiene tomada contra nosotros y lo materializa en mi persona», ha lamentado Balado, quien también ha querido señalar que este acoso le ha hecho «cambiar hábitos de vida» como irse de su anterior casa o esconder el coche para evitar daños. «En nuestro cargo no va aparejada la obligación de aguantar ataques o amenazas de este tipo», indicó el alcalde de Castro, que también ha mencionado que es su primer desencuentro con un vecino. «Nunca tuve ningún problema con nadie aparte de con este individuo, que está obsesionado con mi figura», ha sentenciado.