Alberto Varela - Crónicas atlánticas
Gonzalo Pérez Jácome: política adolescente
Abel Caballero tiene muchos defectos, pero su populismo está en la Champions, mientras el de Jácome es de partido de solteros contra casados
Creíamos que con el varapalo electoral de las Mareas hace tres años se habían terminado los alcaldes adolescentes. El regidor de instituto se caracteriza por su chulería impostada y por su carácter arrogante. Cree saberlo todo aunque nunca ha tenido responsabilidad.
Normalmente cuando firmamos nuestra ... primera hipoteca sentamos la cabeza y moderamos los mensajes. Oye, que yo siempre he pensado así, pero a ver si van a tener estos razón.
Es ley de vida, pero no todo el mundo hace ese viaje vital y siempre hay quien lleva la barbilla por encima de la nariz de modo permanente.
Pues bien, en Ourense queda aún algún alcalde adolescente. Que anuncia el rascacielos más grande de España sin consultar a los bomberos si tienen infraestructura para apagar un incendio en el piso 60. La gestión mediocre la intenta tapar con salidas de tono copiadas del alcalde de Vigo, pero con resultados que no se pueden comparar. Abel Caballero tiene muchos defectos, pero su populismo está en la Champions, mientras el de Gonzalo Pérez Jácome es de partido de solteros contra casados.
El último episodio de infantilismo lo hemos visto esta semana. Empuja a una sindicalista de modo violento y en vez de pedir perdón por haber perdido los papeles de ese modo tiene más que decir: que si se defendió de una amenaza de agresión acústica, o que si la agredida es liberada sindical y por eso merece todos los males que le vengan. Jácome es un alcalde adolescente de manual. Aún no se ha dado cuenta de que no es tan listo como le dicen en su casa y antes revienta que decir me he equivocado.
En un partido normal sus compañeros le forzarían a presentar la dimisión con las orejas gachas, como DO es solo él, pues a tirar para adelante y hasta la siguiente salida de tono.
Lo peor de todo es que ni siquiera ganó las elecciones. Que PP y PSOE no sean capaces de llegar a un acuerdo cuando es necesario para impedir que elementos de este tipo sean alcaldes tiene delito. Eso es también política adolescente.