Alquileres e ideología

Sorprende que el ejecutivo local del PSOE insista en una idea que heredó de Compostela Aberta y que está inspirada por Ada Colau en Barcelona. Lo que vale para la capital catalana no tiene por qué ser bueno para Galicia, pero en esas estamos. ¿Qué motivos puede haber para que un ayuntamiento decida vetar los pisos turísticos? Primero, evitar la conocida como «gentrificación» de los barrios. Puede ser un problema, sí, pero en el caso de Santiago hace más de una década que los vecinos huyen del casco histórico . Rehabilitar cuesta un riñón, no se puede aparcar el coche y comprar un recuerdo con la vieira del peregrino es muy fácil, pero si lo que necesitas es un paquete de detergente ya la cosa cambia bastante.

En el caso de Barcelona se quiere evitar el ruido y las fiestas que montan los extranjeros que van a la ciudad condal y se alojan en pisos. ¿Hay ese problema en Santiago? Sí, pero con los estudiantes. La noche de los jueves son una pesadilla para cientos de vecinos, pero no por los turistas que vienen a ver la catedral, sino por los universitarios que deciden comprar ron con cola en el supermercado y bebérselo en su casita al calor de la estufa.

¿Alguien ha planteado poner límites al alquiler de pisos a estudiantes? No, Padre. Que un propietario decida sacar provecho a su vivienda a través del alquiler vacacional puede gustar más o menos, pero está en su derecho, y si se quiere limitar ha de hacerse con argumentos convincentes. Por ahora lo que hemos visto es mucha ideología y pocos problemas reales.