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TRIBUNALES

Absueltos los comuneros acusados de colocar la piedra que dejó parapléjico a un ciclista

El tribunal no considera probada la autoría de los procesados

Los cuatro comuneros acusados, durante el juicio EP

ABC

La Audiencia de Pontevedra ha absuelto a los cuatro acusados de colocar una piedra que provocó el accidente de un ciclista que quedó parapléjico en un camino forestal de Vigo en septiembre de 2014 al considerar que no ha quedado acreditado que hubiesen sido ellos los autores de la trampa.

En su fallo, el tribunal sostiene que los indicios aportados por Fiscalía y acusación no son suficientes para inculpar a los procesados de la colocación de dicha piedra , bajo un desnivel y apenas perceptible, y de otras más en medio del camino en una zona de curva peraltada. Sostiene que además de los procesados, el vicepresidente de la comunidad de montes de Valladares y tres operarios de mantenimiento, para quienes el fiscal pedía dos años y medio -y el abogado del ciclista, seis años - pudieron ser otras personas quienes colocaran los obstáculos.

Ello a pesar de que estos estuvieron en la zona y en el intervalo temporal, que calcula el tribunal en unos 20 minutos aproximadamente, en el que las piedras fueron colocadas en el camino por el que habitualmente descienden ciclistas. Abunda el tribunal en que no se ha acreditado que los acusados « hubieran tenido tiempo de realizar los actos que les imputan , ni que hubiesen subido por el camino donde se movió la piedra, ni que hubieran sido las únicas personas que pudieran haber realizado ese hecho».

Las pruebas practicadas, «aun con las evidentes dificultades que se reconocen dada la situación en la que se produjo el hecho», no permiten «extraer con la certeza que habría sido precisa una conclusión válida y explicable acerca de la participación de los acusados en los hechos». « No resulta posible estimar probados la mayoría de indicios expuestos por las acusaciones, más teniendo en cuenta el principio in dubio pro reo», destaca en su fallo.

El tribunal tampoco ve probado que existiese, más allá de «ciertas disputas o críticas», una animadversión de los comuneros de Valladares hacia los ciclistas por utilizar estos las pistas de sus montes para practicar deporte, tal y como esgrimían las acusaciones.

Durante la vista oral, varios ciclistas declararon como testigos que tres de los acusados, los operarios de mantenimiento, les advirtieron de que tuvieran cuidado porque había obstáculos en el camino en el que se accidentó Diego G.V. y que más adelante se encontraron con ramas a medio cortar que les impedían el paso. Los acusados negaron que colocaran las piedras y alegaron que ese día trabajaron en una finca cercana precisamente para retirarlas, y que los árboles que talaron no obstaculizaron ningún camino.

Además de las penas de cárcel, el fiscal solicitaba 832.428,44 euros de indemnización para el ciclista accidentado, mientras que la acusación particular elevaba la cantidad a 1,5 millones de euros. Diego G.V. estuvo ingresado en un centro hospitalario 191 días y como secuelas le han quedado, entre otras, una paraplejia completa y dolor neuropático dorsal que requiere control y tratamiento por una unidad del dolor. El Instituto Nacional de la Seguridad Social le reconoció en febrero de 2015 la incapacidad permanente en grado absoluto.

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