Francia autoriza juzgar a Txapote por un atentado de ETA en Guipúzcoa en 2001

La Justicia francesa ha dado luz verde a que el exjefe de ETA Javier García Gaztelu, Txapote, se siente en el banquillo de los acusados para responder por el atentado perpetrado en un centro de menores de Zumárraga, Guipúzcoa, en febrero de 2001.

El Tribunal de Apelaciones de París resuelve así la petición de la Audiencia Nacional, que necesitaba contar con su autorización para poder juzgarle también por estos hechos, por los que se le imputan delitos de estragos terroristas, secuestro y detención ilegal.

Txapote fue arrestado en Francia hace ya más de 20 años. Mientras cumplía condena allí, el país galo avaló su entrega a España en 2007. Desde entonces, ha dado el visto bueno para ampliar esas entregas hasta en siete ocasiones, la última ayer.

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Un informe reciente de la Guardia Civil apuntaba también a su implicación en el atentado perpetrado en Guipúzcoa en 2001. Y Francia ha entendido que los hechos que se le imputan se ajustan a los requerimientos legales de las euroórdenes.

Si bien García Gaztelu no fue uno de los autores materiales del ataque, sí se le atribuye responsabilidad penal por haber reclutado a los miembros del comando que lo perpetró, el comando «Totto».

De acuerdo al auto de imputación, tres miembros de ETA entraron armados al centro de menores, neutralizaron y maniataron a los vigilantes, a quienes mantuvieron secuestrados, y colocaron bombas en distintas dependencias del edificio, que explotaron sucesivamente a partir de la medianoche. Los destrozos fueron enormes. Pero no hubo ningún herido. En el centro aún no residían chavales.

Txapote ya fue interrogado por estos hechos el 1 de junio de 2021. El etarra solicitó entonces al Tribunal de París que rechazara la petición de España, algo que ahora ha desestimado. De acuerdo a la Audiencia Nacional podría enfrentarse a hasta 38 años de prisión.

Fue el pasado agosto cuando el Ministerio del Interior acercó a Txapote a una cárcel del País Vasco donde se encuentra cumpliendo una condena de más de 600 años por 13 asesinatos, entre ellos el de Miguel Ángel Blanco o Gregorio Ordoñez.