La Fiscalía remite al Supremo la denuncia del empresario sobre la financiación de Alvise Pérez

La denuncia, adelantada por 'eldiario.es' y a la que tuvo acceso ABC, fue presentada ante la Fiscalía General hace justo una semana y ampliada antes de ayer. Se produce después de que 'El Confidencial' revelase que Alvise derivaba a sus fieles a donar fondos a Madeira Invest Club, una sociedad de inversión en criptomoneda que opera bajo la marca comercial CryptoSpain y que fue calificada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como chiringuito financiero en 2023.

La semana pasada, la sociedad cerró por razones no explicadas dejando en el aire el capital de los inversores y motivando que se organizasen para acudir a los tribunales. Constan ya dos denuncias en la Audiencia Nacional por estafa. En una de ellas se pidió ayer la inhibición al Supremo por la presunta participación de Alvise. Entienden los afectados que habría colaborado con la promoción del chiringuito financiero.

En ese contexto, Romillo acudió a la Fiscalía General para dar su versión sobre su relación con Alvise. La denuncia se complementa con pantallazos de conversaciones mantenidas con él entre marzo y septiembre del año pasado y audios en soporte digital.

Destaca un pasaje en el que, tras varios intercambios sobre la «potencialidad» de una colaboración entre ambos, Alvise detalla a Romillo sus «necesidades»: «Fondos que no requieran ser controlados por el Tribunal de Cuentas», dice. «Fondos para el partido -sigue la lista- (6 actos, logística, propaganda y publicidad que a mi el TCuentas [sic] no me permite pagar de mi bolsillo por Ley Financiación Partidos)», escribe el entonces aspirante a eurodiputado.

Y añade unas razones: «Tengo que afrontar ciertas multas por revelación de secretos contra el Estado y Protección de Datos». Le traslada que su objetivo es conseguir cinco escaños en 2026 «y optar a ser llave de gobierno». «En esa posición sí podemos influir en la legislación en materia de libertad financiera y civil», asegura.

Quería entre 300.000 y 360.000 euros y entendía que «con un buen acuerdo» con Romillo, podría «financiar con seguridad y holgura» la campaña «sin la problemática de la persecución estatal».

Romillo creó dos monederos digitales para que Alvise, que compartió en Telegram las direcciones, invitase a sus seguidores a donar, pero los mensajes revelan que la recaudación iba lenta. Entonces, se produjo el salto. «He estado repasando y si te parece bien, mañana puedes pasar por el Sentinel a por 100K, es una cantidad que no será problema de recaudar por mi parte».

Según Romillo, Alvise acudió a la sede de la empresa en Madrid y recogió el dinero en efectivo de un empleado. «Me posibilitas una parte urgente de la campaña», le respondió él. Después de la gestión, Alvise confirmó: «Todo ok! 100.000 gracias».

SALF obtuvo tres escaños en la Eurocámara y se lo comunicó a Romillo, que le felicitó: «Ahora a hacer lobby en Europa de la libertad. Incluido crypto», le dijo Alvise. «Tras la entrega de esta cantidad en efectivo por parte de nuestro empleado seguimos manteniendo una relación fluida», relata la denuncia. «Acordamos vernos en Ibiza para junto con dos influencers, dar visibilidad a los negocios y conectarme con lobbies en Europa», resume.