La Fiscalía da credibilidad a Aldama y Sánchez le tacha de «presunto delincuente»

El jefe del Ejecutivo -que ya había negado hace semanas en declaraciones sin micrófonos en el avión presidencial que conociera al comisionista- se mostró «tranquilo» y afirmó que «tendrá que ser el señor Aldama quien pruebe esas insinuaciones y esas acusaciones». En tono enfático, el presidente sentenció: «Yo, por lo que respecta a mi persona, por lo que respecta a mi Gobierno, por lo que respecta a mi partido... todo lo que ha dicho este señor es categóricamente falso, y si algo ha demostrado es que su estrategia es la de la mentira», concluyó.

El problema es que Anticorrupción sí considera que el relato de Aldama es plausible, según explicaron en fuentes fiscales a ABC, al menos en lo que es penalmente relevante: la delación del ahora secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán; y del jefe de gabinete de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, Carlos Moreno. Asegura haber pagado mordidas a ambos, en sobres y en presencia del asesor del exministro José Luis Ábalos, Koldo García.

El primero habría recibido 15.000 euros como disculpa porque Aldama se había metido en «su territorio» al intentar favorecer a una constructora en una licitación en el País Vasco. «Koldo me explica que hay cupos, que el cupo vasco es de Santos Cerdán y que hay mucho cabreo», refirió.

En cuanto a Carlos Moreno, de perfil mucho más desconocido, se trataba de tener «un detalle» también a instancias de Koldo, por un «favor» previo: Aldama necesitaba que Hacienda le concediera un aplazamiento para una de sus empresas, Pilot Real State, al borde del embargo, pero no tenía los avales imprescindibles. «Obviamente el señor Moreno dice que antes de hacer ningún movimiento tiene que hablar con su jefa, que es la ministra Montero y que si ella autoriza, hacen el movimiento. Se nos concede el aplazamiento de Pilot», zanjó. Después, le daría 25.000 euros delante de Koldo en un bar junto al ministerio.

Las fuentes fiscales consultadas refieren que obviamente, las afirmaciones de Aldama pueden ser mentira y faltan muchos datos que recabar para intentar corroborarlas, pero el relato resulta verosímil, en tanto que su posición le brindaba la oportunidad de tener acceso a todas estas personas y sus negocios la posibilidad de manejar ese dinero en efectivo.

Además, recuerdan que en nada beneficia al empresario la delación, porque se estaría implicando en al menos dos posibles delitos de cohecho que no constaban en la causa antes de que ayer se sentase voluntariamente ante el juez: se ha perjudicado él sólo. Se dan así los elementos para que se considere que hay base indiciaria para investigar lo que ha señalado.

Tanto crédito le dan a su comparecencia que consideran que está colaborando con la Justicia. Ayer, cuando al cabo de dos horas terminó el interrogatorio, la defensa de Aldama había presentado ya un escrito ante el Juzgado Central de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional pidiendo su puesta en libertad. Y no había terminado de anochecer cuando Anticorrupción registró un informe apoyando que así sea. El juez decretó libertad antes de las nueve de la noche.

Porque esa es una peculiaridad que tiene esta 'confesión' en concreto: el comisionista fue a declarar desde la cárcel de Soto del Real, donde se encontraba por un fraude con hidrocarburos que se sigue en otro juzgado. La cuestión es que el fiscal es el mismo y el equipo investigador también, así que la estrategia se enmarca en un esfuerzo por allanar el camino mostrando buena voluntad. Lo último de hecho que le preguntó ayer el fiscal, Luis Pastor, es si estaba comprometido a colaborar y Aldama afirmó sin dudarlo. Es su mejor baza para, al menos, dormir en su cama.

Entretanto, la vista está puesta en los efectos de su declaración. Las fuentes fiscales consultadas asumen con naturalidad que las delaciones de mordidas deben investigarse, aunque no es un detalle menor considerar dónde hacerlo. Son tres los escenarios sobre la mesa: que se entienda que son hechos conectados con el caso Koldo y se investiguen en la misma causa con o sin una pieza separada específica; que se aprecie que no hay tal vinculación y se opte por deducir testimonio y enviarlo a los juzgados ordinarios de instrucción o que Anticorrupción coja el testigo y abra sus propias diligencias fiscales de investigación, que tendrían que cerrar en cuanto alguna acusación presentase una querella.

En espera de que se tomen decisiones al respecto, es un hecho que Aldama cuenta con volver a declarar sobre estas dos presuntas mordidas en concreto y así lo evidenció su abogado, José Antonio Choclán, durante la comparecencia, cuando acababa de explicar el supuesto pago a Santos Cerdán. «Lo de los cupos ya se explicará, si le parece, en otra ocasión», le dijo, delante del juez Ismael Moreno, la Fiscalía Anticorrupción y acusaciones como Iustitia Europa o HazteOír, que seguían junto al resto de defensas la sesión por una pantalla de plasma en una sala en la que por momentos, reinó una absoluta estupefacción.

Las populares, con todo, ya empiezan a fraguar peticiones de diligencias por esos efectos colaterales. HazteOír, por ejemplo, ha pedido que la ministra Teresa Ribera testifique en el caso Begoña sobre la reunión que ha mencionado Aldama con la mujer del presidente del Gobierno.