Feijóo responde al órdago de Sánchez: «Ni los chantajes ni las amenazas se pueden admitir»

Sánchez deslizó la posibilidad de quitar al CGPJ la capacidad de hacer nombramientos en la cúpula judicial —algo que ya se impide cuando está en funciones por una reforma que acometieron el PSOE y Unidas Podemos la legislatura pasada, si bien después en una contrarreforma levantaron esa restricción en el caso del Tribunal Constitucional, para poder renovar el tercio correspondiente y atar una mayoría progresista en el órgano de garantías— y dejó en el aire la opción de rebajar las mayorías necesarias para elegir a los vocales del órgano de gobierno de los jueces. En ninguno de los dos casos fue más allá el presidente, que no llegó a concretar nada.

Pero sí dejó claro que si no hay renovación por las buenas antes de que termine junio, la habrá por las malas sin el PP. Núñez Feijóo se ha plantado este jueves ante ese ultimátum, aunque ha emplazado a Sánchez a retomar las conversaciones con mediación de la Comisión Europea, como en los últimos meses, para intentar desencallar una situación de bloqueo que se perpetua. «Ante un Gobierno que no es fiable, que miente, que cambia de opinión, teníamos razón cuando pedimos que la Comisión estuviese de testigo en nuestras conversaciones», ha dicho.

El CGPJ, según la Constitución, debería ser renovado cada cinco años y el mandato de los actuales vocales caducó en diciembre del 2018. Desde entonces, el PP y el PSOE han hecho varias intentonas para nombrar nuevos miembros, pero en el último momento los avances se iban al traste. Hace unos meses, a petición de los populares, los socialistas aceptaron retomar las negociaciones en presencia de la Comisión Europea —que exige renovar ya el CGPJ, pero también cambiar el sistema de elección para que al menos la mitad de los vocales sean elegidos por jueces y magistrados—, pero la situación no ha mejorado.

La vicepresidenta primera del Gobierno y vice secretaria general del PSOE, María Jesús Montero, acusaba este jueves a la salida del pleno a los populares de buscar una excusa en el último momento para hacer estallar las negociaciones. La actual mayoría del CGPJ, nombrada durante un Gobierno de Mariano Rajoy, es conservadora. Sánchez, que en la oposición abogaba por despolitizar el sistema de elección de los vocales del órgano de gobierno de los jueces, ahora reclama su inmediata renovación, pero se niega a que sean los jueces y magistrados quienes nombren a los miembros del CGPJ procedentes de la carrera judicial, como pide el PP y como se hizo entre la llegada de la democracia y el cambio legal del año 1985.

Actualmente, el Congreso y el Senado eligen a ocho juristas por mayorías cualificadas de tres quintos, trámite blindado constitucionalmente, pero también a doce vocales de la carrera judicial por las mismas mayorías. La legislatura pasada el PSOE y Unidas Podemos registraron una reforma para que los doce segundos fuesen elegidos solo con mayoría absoluta —la mitad más uno—, pero los socialistas la retiraron por la presión de la Comisión Europea, que entiende que eso debilitaría la independencia de los poderes. Ahora, Sumar, ERC, Bildu y Podemos presionan para retomar esa propuesta legal y los socialistas no terminan de descartarla, aunque este miércoles el PNV echó un jarro de agua fría a sus aspiraciones al anunciar que se opondrán a una reducción de las mayorías necesarias para la renovación. Los votos de PP, Vox, PNV y Unión del Pueblo Navarro (UPN) soslayan esa posibilidad.

«Retomamos la negociación, si el Gobierno lo considera oportuno, en el punto que estaba, que es a través de la UE y a través de las conversaciones que hemos mantenido hasta la fecha. Todo lo que el presidente ha dicho ayer, no se comentó nunca. Para nosotros no existe. Si el presidente quiere asaltar el CGPJ, tendrá al PP en contra, al ordenamiento jurídico en contra, a la Constitución en contra y a la UE en contra», ha advertido Núñez Feijóo, quien ha añadido: «Si lo que pretendió ayer es transmitir que los jueces no son independientes, no merece seguir siendo presidente del Gobierno». «Lamento la situación del presidente del Gobierno, lamento su terrible agenda judicial, pero ese es su problema. No es el problema de los españoles», ha atizado, en relación a las investigaciones judiciales a su mujer y a su hermano.