Feijóo se crece contra todos
acotaciones de un oyente
La sesión monográfica de la corrupción se convirtió así en monográfica contra el presidente del PP, que respondió con el día más solvente, firme y acertado que se le recuerda
Sánchez dice que se planteó dimitir, solo admite haberse equivocado y avisa de que no «tirará la toalla»
Lee todas las Acotaciones de un oyente
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLa reacción del Grupo Socialista al tipo que ha permitido una organización criminal dentro de su partido y de su gobierno fue, por supuesto, una ovación. Pero no una ovación normal sino una que a punto estuvo de batir el récord de Pavarotti en ... La Scala. Lo hicieron en pie, firmes, emocionados como el coro de los peregrinos de Tannhäuser. Y a uno ya no le llega la imaginación para atisbar lo que harán cuándo salgan a la luz más casos, es posible que le lleven niños para que los bendiga, que salten la verja de Moncloa para arrancarle un trozo de su camisa vaquera o quizá que se limiten a celebrar en su nombre una misa de acción de gracias. Es difícil prever dónde está el límite de la humillación que están dispuestos a soportar. Pero está claro que aún no hemos llegado.
Sánchez no dio explicaciones, no asumió responsabilidades y se limitó a enumerar una serie de medidas que tienen como objeto diluir la corrupción de su partido y de su gobierno en un pozo de paredes negruzcas donde se encuentra la corrupción de las empresas, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de los jueces. Le faltó Negreira, el Barça, el televoto de Eurovisión y el sistema de primarias de Ciudadanos. Por supuesto, dio a entender que el concepto 'corrupción del PSOE' es un subgrupo dentro del conjunto 'corrupción política', por lo que se entregó a solucionar dicho problema, cuyo mayor subgrupo es la corrupción del PP. Así, por arte de magia, para solucionar la corrupción del PSOE es prioritario terminar con la corrupción del PP. Avisó, eso sí, que se había planteado dimitir, pero que, tras pensarlo mucho, decidió que no quiere hacernos daño y que se queda, pero por nosotros. Solo faltó un «no se os puede dejar solos». Y dejarlo todo «atado y bien atado».
Como también era de prever, sus socios se unieron al coro de los peregrinos. No en la ovación -solo Yolanda Díaz se unió a los aplausos al presidente- sino en las intervenciones. Bochornosa la vicepresidenta, en una intervención hilarante contra la derecha cuyos detalles omitiré porque hoy no es el día. En la misma línea contra Feijóo, Esquerra, con Rufián convertido en el Tío Tom y entregado a defender a quien le roba. Algún matiz podríamos poner al PNV, que pareció amenazar algo más en serio, pero sin claridad. En cualquier caso, hace tiempo que el PNV es solo un partido que sigue con el PSOE el modelo parásito-anfitrión, ya saben, el parásito crece gracias al anfitrión en el que vive, pero inhibe su crecimiento. A la larga sale perjudicado. Pero eso llega más tarde.
Ninguno de los socios se dirigió a Sánchez con especial dureza y prefirieron atacar a Feijóo. Eso hicieron Sumar, Bildu, BNG, Podemos y Compromís. Paradójicamente, de todos los defensores de Sánchez el peor habría sido el propio Sánchez si no fuera por Patxi López, que existe para recordarnos que en la vida siempre se puede caer más bajo. Llegó a echar en cara a Feijóo los muertos por la droga en Galicia. Quizá algún día la cuadrilla le pregunte a él por otros muertos. O por la historia de cómo se pudo someter al mismo tipo que le robó las primarias con un pucherazo.
Así que la sesión se convirtió en un ataque a Feijóo por parte de todos. Incluimos en el bloque anti-Feijóo ya definitivamente a Abascal, que como piensa que el PP va a pactar con Sánchez cuando gane las elecciones, anunció que «va a hacer todo lo posible para que eso no suceda». Nada nuevo bajo el sol, Vox siempre ha trabajado para evitar una alternativa -de eso depende su crecimiento-, así que se le puede considerar parte estructural del sanchismo, uno de sus mayores apoyos. Y la monográfica de la corrupción se convirtió así en monográfica contra Feijóo, que respondió con el día más solvente, firme y acertado que se le recuerda. Algo ha cambiado: Feijóo se crece, Sánchez se hace minúsculo y los secundarios se diluyen. El coro de peregrinos de Tannhäuser se ha convertido en el de esclavos de Nabucco. Que alguien baje ya el telón.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete