Feijóo responsabiliza a Sánchez del «lodazal» de corrupción: «La persecución judicial ya no cuela»

La comparecencia de Feijóo, en el Escritorio del Congreso, uno de los emplazamientos más solemnes de la Cámara, se produjo poco después de conocerse la decisión del juez Juan Carlos Peinado de transformar la investigación sobre la esposa del presidente por un delito de malversación, enviándola a la Audiencia Provincial para que se inicie el procedimiento del Tribunal del Jurado. El líder del PP cargó contra la tesis de «persecución judicial» y «teoría de la conspiración» que abrazan Sánchez y sus ministros desde hace tiempo.

«Ya basta. La persecución judicial no cuela», aseguró Feijóo, insistiendo en que la retahíla de investigaciones han sido avaladas ya por juzgados de primera instancia y audiencias provinciales con distintos magistrados al frente. Sánchez afirmó hace solo dos semanas que algunos jueces de este país están haciendo política.

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Para el líder de la oposición la situación en la que está David Sánchez por un caso de supuesto enchufismo, «y el mismo camino que sigue la mujer del presidente» obliga a poner a Sánchez «bajo sospecha» como vaso comunicante de todos los casos. Y en su opinión la gravedad aumenta si se compara con el resto de países de nuestro entorno: «En ningún país europeo ha ocurrido nada similar. Es que ningún gobierno del continente zanjaría todo lo que le rodea hablando de persecución judicial».

Precisamente, sobre cómo está afectando toda la situación judicial de la familia de Sánchez y el caso de Ábalos y Cerdán -la trama de corrupción que afecta de lleno al Gobierno y a cargos muy importantes del PSOE a la espera de saber si se extiende de forma definitiva sobre el partido- Feijóo aseguró que «la reputación de España se va por el sumidero», y llegó a decir que cuando tiene reuniones con líderes europeos «siente vergüenza».

Como ha hecho en otras ocasiones y sin ser capaz de explicar por qué la situación actual implica un cambio de calado -a diferencia de lo que lleva ocurriendo todos estos meses de atrás- el líder del PP también se preguntó qué papel juegan los socios del Gobierno. «¿Por qué sostienen la corrupción?», se preguntó para lanzar a continuación el primer dardo: «No es por el beneficio electoral ni por el beneficio que esperaban obtener, a la vista está». El recado, enviado sobre todo a Junts, coincide con la debilidad extrema de las encuestas más recientes.

A pesar de que señaló la «doble ruptura» que dejó el Congreso ayer con la votación sobe transferencia de competencias en materia de inmigración a Cataluña (una nueva derrota) entre los socios del Gobierno y el resto de partidos que los sostienen (Podemos también votó en contra), Feijóo no habló de nuevos contactos con los socios o la posibilidad de retomar una moción de censura que sigue sin números para prosperar.

Como no podía ser de otra manera y en mitad de la ofensiva desplegada por el PP contra la ministra de Igualdad por el escándalo de las pulseras antimaltrato, Feijóo volvió a exigir responsabilidades políticas, dejando claro que en su opinión no cabe otra salida que la dimisión de Ana Redondo.

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«Es inadmisible que los ministros hayan venido hoy al Congreso a insultar en vez de a pedir perdón. Esto no puede quedar así. Tiene que haber responsabilidades», volvió a repetir el dirigente popular, para insistir en que en este caso hay «negligencia, indolencia, ocultación y mala fe». Razones a las que solo se puede responder, considera, con acciones políticas y ceses. «Hay que tomar cartas en el asunto. El presidente no puede no decir nada de esto en una semana», volvió a quejarse.