El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha acusado este sábado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de viajar a Israel para «sembrar la discordia» y ha pedido que «todo el Gobierno» condene «el terrorismo de Hamás».
Feijóo, que ha clausurado el XVII Congreso Autonómico ... del PP de La Rioja celebrado en Albelda de Iregua, realiza estas declaraciones al día siguiente de que Israel convocara a la embajadora española para «una reprimenda» por las palabras de Sánchez en el paso de Rafah, entre Gaza y Egipto.
«Todo demócrata debe condenar los actos terroristas de Hamás y todos compartimos que Israel tiene derecho a su legítima defensa y a trabajar para desmontar el terrorismo, que también afecta a Occidente», ha determinado el líder popular, que también ha denunciado la «anomalía democrática» que representa el actual Ejecutivo.
«Cuando termine la pausa seguiremos con nuestro objetivo de rescatar a los secuestrados», responde a la petición de Sánchez de un alto al fuego permanente
Además, ha calificado como «un error» el viaje del presidente del Gobierno al territorio en guerra, que le ha servido para apartarse de la posición de «la mayoría de países de la Unión Europea» por cumplir con las exigencias de «los socios que le han hecho presidente», generando una crisis diplomática. Así, lamenta que Sánchez no exija al «100% de los ministros» que condenen los ataques de Hamás que provocaron la muerte de cerca de 1.200 civiles.
Uno de los miembros del Ejecutivo a los que hace referencia el presidente del PP es Sira Rego, ministra de Juventud e Infancia, quien publicó un tuit el mismo día de los ataques en los kibuzs sin condenar la masacre llevada a cabo por el grupo terrorista y acusando al país hebreo de practicar el «apartheid».
Las palabras de Sánchez durante el primer viaje internacional en su nuevo mandato abrieron las puertas al reconocimiento de Palestina unilateralmente por parte de España y señaló que el número de palestinos fallecidos es «insoportable». El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convocó inmediatamente a consultas a la embajadora de España, Ana Sálomon Pérez, y a su homólogo belga, con quien el presidente del Gobierno dio una rueda de prensa, Alexander de Croo, para «una dura conversación de reprimenda».
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