La familia del yihadista asesino de Algeciras, perpleja: «¿Quién le ha metido eso en la cabeza?»
Horas después de que su pariente matara al sacristán, mostraba su incredulidad por lo sucedido porque el ahora detenido estaba estabilizado
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Iniciar sesiónMientras Algeciras y toda España intentaban digerir la tragedia del ataque yihadista que costó la vida a un sacristán y heridas a un sacerdote y a un chaval de 20 años de origen magrebí, una familia marroquí, residente en Oued Imarsa, a pocos kilómetros ... de Castillejos y de la frontera con Ceuta, también recibía con estupor la noticia. Eran los allegados de Yazine Kanza, el autor del atentado yihadista.
«¿Has visto lo que ha hecho Yazine? ¿Quién le ha podido meter eso en la cabeza?», se preguntaba con estupor uno de sus allegados pocas horas después de los hechos. Es verdad que había tenido antecedentes psiquiátricos, como buena parte de su familia más próxima, pero también que de todos era el más estabilizado, el que había conseguido superar mejor esa patología, de la que había sido atendido en Tánger.
«Para nosotros era el que estaba mejor de todos los hermanos y fíjate lo que ha sucedido», explicaba esa persona a su interlocutor, mostrando de esa forma su perplejidad ante una situación que nunca imaginaron. Porque, además, jamás había mostrado ideas radicales en línea con los postulados del yihadismo.
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Fuentes marroquíes consultadas por ABC conocedoras de esas conversaciones que se cruzaron la noche del miércoles explican que ese pariente no dejaba de dar vueltas a la misma idea: «¿Quién le habrá metido en la cabeza esas tonterías?», se preguntaba una y otra vez sin ser capaz de dar con la respuesta. Además, a esta persona le preocupaba mucho la reacción que pudiera tener la madre delasesino, hasta el punto de plantearse «cómo podemos contarle algo así; no sé cómo va a reaccionar»...
Yazine había llegado a España en 2019 de forma ilegal, como muchos otros jóvenes de la zona en la que residía, Oued Imarsa, al norte de Marruecos. Según publicó ABC en su momento, es un lugar caliente en el tráfico de hachís hacia las costas españolas, desde donde zarpan muchas planeadoras cargadas de droga, pero también es un punto clave de inmigración ilegal por su proximidad a nuestro país.
De hecho, además de Yazine otro de sus hermanos entró en España de forma ilegal y, según las fuentes marroquíes consultadas por este periódico, permanece en estos momentos internado en un centro, donde es atendido después de que hubiera protagonizado un altercado.
Hospitalizado
Por su parte, el tercer hermano, que es el más pequeño, estuvo hospitalizado durante todo este verano por los problemas mentales que sufre, si bien al final del mismo los facultativos del hospital de Tánger que le atendieron le dieron el alta, con una medicación pautada para evitar recaídas.
«Toda la familia estamos sufriendo mucho por lo ocurrido», insistía este familiar a su interlocutor, después de haber repasado con él las vicisitudes por las que habían pasado a lo largo de los últimos tiempos.
Más adelante, esta persona asegura que su pariente «no está bien; no puede estarlo, porque una persona en su sano juicio no hace algo así, no comete estas barbaridades. Ahora a ver qué podemos hacer nosotros, cómo vamos a salir de esta», se lamenta, ya que se trata de una familia bastante castigada por la vida.
Los servicios de Información marroquíes, que desde el primer momento colaboraron con sus colegas españoles, confirmaron que varios de los miembros de la familia Yazine tienen las facultades mentales perturbadas, pero también aclararon que jamás los habían tenido bajo el foco por su posible proximidad al yihadismo.
Oued Imarsa, entre Castillejos y el puerto nuevo de Tánger, donde vive la familia Kanza; Side Abdesalam, entre Tetuán y Azla; la playa de Oued Lau; Jnan Nich, entre Ouled Lau y Jebha, cerca de Tetuán; lugares de costa próximos a Larache... Fuentes marroquíes consultadas por ABC marcan estos puntos como zonas clave del norte de Marruecos desde las que salen las narcolanchas cargadas con hachís rumbo a España. «Cada enclave tiene su propio jefe y las redes operan con absoluta impunidad; nadie les molesta», explican. «Solo se actúa si hay denuncia; en caso contrario, se mantiene el statu quo».
Playa recogida
Acceder a Oued Imarsa, según comprobó ABC en su momento, no es sencillo. Se trata de un conjunto de casas sobre una ladera, que acaba en una pequeña playa muy recogida, a las que se llega a través de un camino mal asfaltado, en su tramo final con una acusada pendiente.
A mitad de trayecto entre la carretera principal y ese punto hay una explanada: «Cuando se va a cargar el hachís en las lanchas, normalmente de madrugada, varios coches de la organización se cruzan en ese lugar para impedir que algún vehículo ajeno pueda acceder. Todos en la zona lo saben, también la Policía, pero se deja hacer con impunidad». Incluso, hay un pequeño cuartel de la Gendarmería encargado de vigilar...
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