María Guardiola insiste en su intención de gobernar sin Vox en Extremadura

«Vamos a llevar a cabo el mandato del cambio, me voy a presentar a la investidura, pero no para que sea fallida sino para ser votada y nombrada presidenta», ha explicado Guardiola durante una rueda de prensa este miércoles.

La presidenta del PP extremeño ha explicado que llevará a cabo las negociaciones «sin regates, sin tutelas y sin dobleces», y se sentará también a hablar con el PSOE, a pesar de las contradicciones «en 48 horas» que ha tenido el socialista Guillermo Fernández Vara. «Hemos podido ver a dos Vara: el primero que representa al PSOE sensato y el que representa al de Pedro Sánchez», ha afirmado.

Paso a paso, ese es el mensaje de María Guardiola, quien ha expresado que lo primero es «constituir el Parlamento» y luego abordar la formación del Gobierno. «Me gustaría ver qué ofrece Vox a Extremadura y qué medidas de las que tengo no comparte», ha afirmado la popular.

Asimismo, ha explicado que «no está pensando ni en cargos ni en puestos», sino en formar un gobierno «cuánto antes» para dar a Extremadura «estabilidad» y «poner en marcha las políticas que necesita». «No contemplo un gobierno de Vara cuatro años más, en ningún caso voy a permitir eso. Si Vox permite que siga el PSOE, no va a ser mi responsabilidad», ha aseverado.

La dirigente extremeña es la más afectada por el planteamiento de Feijóo de que gobierne la lista más votada. El presidente del PP señaló el lunes que esa propuesta no caduca. Eso sí, para activarla en el PP demandan reciprocidad por parte del PSOE apoyándolos a ellos en otros lugares donde el PP ha sido más votado. Si no es un acuerdo entre dos partes el PP entiende que no se le puede pedir que no pacte con Vox si el PSOE no está dispuesto a apoyarlos.

El martes ante la reunión de la Junta Directiva Nacional Feijóo se refirió a Guardiola como una de las futuras presidentas autonómicas. No hay dudas en Génova al respecto. Su figura, desconocida para muchos dentro del partido, ha levantado alguna suspicacia interna por visibilizarse con un exceso de dureza respecto a Vox y con planteamientos muy centristas. Pero en Génova ha gustado la campaña que ha hecho todos estos meses y el perfil que representa. Precisamente ese perfil y su rechazo a modificar nada que tenga que ver con las leyes de violencia de género han causado mucho recelo en Vox respecto a su figura.

En última instancia ella no quiere algo distinto de lo que persiguen Jorge Azcón o Carlos Mazón en Comunidad Valenciana o Aragón: un Gobierno en solitario sin Vox. Son los tres que más complicado lo van a tener. El resto de presidenciables populares o tienen mayoría absoluta o suman más que toda la izquierda. O tienen otro apoyo extra, como en el caso de Cantabria.

Y a la vez son las tres autonomías más importantes para el PP en términos de vuelco de político. Guardiola tiene el factor de dificultad añadido de que por apenas 6.000 votos no es primera fuerza, aunque empató a escaños. Ni ella ni el resto de presidenciables han cerrado la puerta de par en par a integrar a Vox. Pero sí están defendiendo al máximo la posibilidad de no hacerlo.