¿Quién es María Guardiola, la candidata del PP a ser presidenta de Extremadura?

A sus 43 años, la cacereña llega a las que serán sus primeras elecciones como aspirante al Gobierno regional, aunque cuenta con un amplio currículum a sus espaldas. Crítica con la gestión socialista y con el propio Pedro Sánchez, muchos la apodan ya como «la Ayuso Extremeña», aunque ella ha tratado de desmarcarse de este sobrenombre en varias ocasiones.

La política viene al 28M con la esperanza de hacer frente a un Fernández Vara que ha conseguido mantenerse en el cargo durante las últimas dos legislaturas y que apunta a revalidarlo en una tercera. Pero ¿quién es en realidad María Guardiola? Esto es todo lo que tienes que saber sobre la candidata popular de Extremadura.

María Guardiola nació en Cáceres el 5 de diciembre de 1978, está casada y tiene dos hijos. Se licenció en Administración y Dirección de Empresas (ADE) por la Universidad de Extremadura, logrando además uno de los mejores expedientes de su promoción. También es diplomada en Ciencias Empresariales por la Universidad de Extremadura.

Gracias a su brillante vida académica, la popular comenzó una carrera como funcionaria con un contrato en prácticas. Así, ha trabajado en ámbitos como la gestión de información, de personal, economía y presupuestaria, en contabilidad pública, análisis y control presupuestario, innovación, además de contratación administrativa, gestión de subvenciones, prestaciones y servicios sociales.

No es la única experiencia que ha conseguido en su larga carrera profesional, en la que también ha habido espacio para la política: desde hace una década, milita en las filas del Partido Popular y, desde julio de 2022, es la líder de la formación azul en Extremadura.

Además, Guardiola ejerció como secretaria general de Economía y Hacienda de la Junta de Extremadura en 2012 y secretaria general de Ciencia y Tecnología en la Consejería de Economía, Competitividad e Innovación en 2014. Además, ha sido miembro de distintos patronatos como Fundecyt, PCTEX, Centro de Cirugía de Mínima Invasión y Computaex. Por su parte, desde el año 2015 hasta este verano, la candidata del Partido Popular para estas elecciones también ha ejercido su cargo como concejala en el Ayuntamiento de Cáceres.

Desde que saltó a la esfera política, la candidata del Partido Popular también ha tratado de mantener un duro enfrentamiento con el PSOE de Fernández Vara y con el propio Pedro Sánchez, con el que siempre ha sido muy crítica. Además, su lucha por conseguir una revolución fiscal en la región que aspira a gobernar le ha valido muchos apodos y una curiosa comparación con otra de las líderes políticas del momento.

A María Guardiola muchos ya la han bautizado como 'la Ayuso extremeña'. De hecho, aseguraba que, desde que consiguió presidir la filial regional de su partido, ha recibido mensajes de personas cercanas que la llaman 'Isabel', en alusión a este símil con la presidenta madrileña.

Sin embargo, ella misma ha tratado de rehuir de estos apodos que la comparan con la dirigente popular. Lo tiene claro, no quiere ser la Ayuso de su tierra, sino «la María de Extremadura», confesaba en exclusiva a ABC: «Yo soy María, no me parezco a Ayuso ni a ningún otro dirigente político».

Guardiola puede presumir de tener una de las mejores relaciones con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que incluso se desplazó hasta Badajoz para abrir la campaña junto a la extremeña. Tal y como reveló a 'The Objective', ambos se conocieron cuando la popular se presentó para sustituir a Alberto Monago: «Quiso conocerme y escucharme, y yo le conté cuál era la visión que yo tenía de mi tierra, que creía que España tenía una deuda histórica con Extremadura y que yo quería venir a saldarla».

La candidata incluso afirma que, cuando el gallego sea presidente, será «muy pesada» con él: «Se lo digo constantemente y yo se lo he dicho yo no, no voy a hacer una sumisa como para con Sánchez», afirmaba la de Cáceres, que aseguraba que su objetivo es «defender a los extremeños».

A pesar de esto, María Guardiola ha querido desmarcarse siempre del llamado «efecto Feijóo», pues considera que los votos vendrán de los extremeños y no de los votantes del Partido Popular: «Me encantaría llegar a mis vecinos por lo que yo pueda ofrecer, por el proyecto que ofrezca el Partido Popular en Extremadura».