Los expertos avisan que España está en un momento crítico con el crimen organizado

De forma extraña, en nuestro país no existe la percepción clara de que el crimen organizado, y en especial las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas, suponen un peligro para la seguridad nacional. «Nadie se ocupa de ello, pero vemos cómo en los Países Bajos la Princesa heredera tuvo que refugiarse y estudiar en España porque sus Fuerzas de Seguridad y sus servicios de Inteligencia no eran capaces de garantizar su integridad física ante las amenazas de la Mocro Maffia».

En España, los decomisos de drogas están en máximos históricos. Se trata sin duda de una muestra de la eficacia de la Policía, la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera en este campo, pero también es señal de que cada vez entra más en nuestro país. El puerto gaditano de Algeciras ocupa el tercer puesto de Europa en cuanto a introducción de sustancias estupefacientes, sólo por detrás de Rotterdam (Holanda) y Amberes (Bélgica). Le sigue de cerca el de Tarragona.

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Cada operación antidroga que se hace en España es una alerta más de que somos ya epicentro del narcotráfico en el Viejo Continente. Se han realizado magníficos servicios contra el clan de los Balcanes, que está detrás de casi todos los alijos de más de tres toneladas de cocaína; se han detectado y neutralizado alianzas inquietantes entre narcos mexicanos y colombianos; detenido -y puesto luego en libertad por una sala de lo Penal de Málaga- al jefe de la Mocro Maffia o detectado narcosubmarinos en nuestras aguas. El tráfico de hachís sigue siendo uno de los pilares de la economía del Campo de Gibraltar y, por si fuera poco, nos hemos situado a la cabeza de la producción de marihuana, que cada vez más provoca tiroteos entre mafias.

El poder corruptor del narco es evidente -la detención del inspector jefe es sólo el último ejemplo- y el blanqueo que lleva aparejado el narcotráfico amenaza con afectar de forma muy seria nuestra economía. Y, además, últimamente se ha visto cómo los servicios de inteligencia hostiles utilizan a miembros del crimen organizado para que actúen en España.

A pesar de todo ello, ¿qué posición ocupa el crimen? Según el último informe del Departamento de Seguridad Nacional, organismo que depende de Presidencia del Gobierno, elaborado a partir de la opinión de 253 expertos de todas las áreas del Gobierno, este asunto se sitúa en el puesto once de las 16 detectadas; es decir, en una zona media, lo que no deja de ser llamativo.

La delincuencia organizada, además, está fuera de la agenda del Ejecutivo. No se recuerda intervención alguna del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que mencione este asunto, y tampoco el ministro del Interior parece demasiado ocupado en ello, más allá del diseño del Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar o la conmoción que supuso la muerte de dos guardias civiles embestidos por una narcolancha en las aguas de Barbate (Cádiz).

«No tenemos demasiado tiempo para reaccionar, las cosas se pueden ir de madre y lo lamentaremos», insisten expertos consultados por este periódico.