Exministros del PSOE cargan contra la «mala gestión» de la ley trans
Lamentan que el PSOE esté perdiendo la bandera LGTBI que monopolizó en la era de Zapatero
Exministros y anteriores altos cargos socialistas observan el desgarro interno que está provocando la tramitación de la 'ley trans' con una mezcla de indignación y lamentación. «Han hecho (el ala socialista del Gobierno) una mala gestión», señalaba ayer un exministro socialista a este periódico. ... Una opinión en la que se confiesan reflejados otros socialistas de renombre que han pasado por el Consejo de Ministros y el poder ejecutivo.
«Hemos pasado de ser los abanderados en los derechos LGTBI en los años 2000 a ser ahora los apestados para una parte de ese colectivo», reflexionaba ayer a ABC otro exalto cargo del mismo partido. «Con todos los que hablo de este tema el sentimiento generalizado es de pena, ¿cómo hemos podido perder esa bandera?», señala otro, culpando del desgarro interno a una mala gestión del «debate de egos» que se produjo en el seno del Gobierno entre la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la exvicepresidenta primera, Carmen Calvo, cuando se lanzó la norma. «Nos hemos perdido en las diferencias y matices», remarca.
En la mente de la mayoría de ellos está más viva que nunca la apuesta que hizo el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero por defender los derechos de la comunidad LGTBI, concretada en dos hitos: el fichaje del icono y activista Pedro Zerolo –uno de los más importantes que el colectivo ha tenido en España– y la aprobación del matrimonio homosexual.
Amenazas de bajas
Y es imposible no contraponer las reacciones de entonces con las de ahora. «Antes, había gente que se hacía militante del PSOE porque defendíamos los derechos de las personas LGTB. Paseabas por la calle y te lo decían. Ahora lo que están diciendo muchos militantes socialistas jóvenes es que si el PSOE no aprueba la 'ley trans' se van a dar de baja del partido. Lo de Antonelli (su dimisión) no se puede tomar como un hecho aislado», añade un exministro. El problema es que mientras una parte del partido hace este análisis, el alma feminista más tradicional hace el contrario con Carmen Calvo al frente, reclamando enmendar la libre autodeterminación y la prevista para los menores de 14 años en adelante.
Y esa pugna amenaza con romper la unidad que ha exhibido hasta ahora el Grupo Parlamentario Socialista, del que depende la aprobación final de la ley. Fuentes de esta bancada señalan que hay «divergencias internas claras» y que no hay una vía «clara» para llegar a un «consenso». Esta ha sido, según las mismas fuentes, lo que ha llevado al PSOE a unir fuerzas con el PP para prorrogar el plazo de enmiendas durante las últimas semanas, lo que ha terminado por agrandar aún más la brecha interna.
La exvicepresidenta Calvo ha exhibido este retardo como un trofeo y la parte contraria no ha podido evitar sentirse traicionada. El PSOE va a intentar que una y otra parte vean las enmiendas que el Gobierno introducirá como una solución de consenso, para evitar una ruptura en la disciplina de voto el día que la 'ley trans' regrese al Pleno. En lo que va de legislatura, la única brecha significativa en la bancada socialista con reflejo en una votación fue por el nombramiento de Enrique Arnaldo como magistrado del Tribunal Constitucional.