El exdirector de Salud balear contactó con Koldo por WhatsApp tras una llamada de Transportes

Este lunes, la comisión de investigación de las mascarillas celebra una sesión monográfica en el Congreso sobre el contrato adjudicado a Baleares, que adquirió un lote de cubrebocas que nunca se llegó a utilizar. El Gobierno de la socialista Francina Armengol inició los trámites para reclamar parte del pago, porque la calidad del producto era menor de la pactada, tres años después de haberlas comprado, cuando faltaban dos meses para las elecciones autonómicas.

Palomino, a preguntas del diputado del PP José Vicente Marí, ha admitido que recibió una llamada del Ministerio de Transportes en la que se le preguntó si necesitaban mascarillas FFP2 y KN95 y en la que se le facilitó el contacto de García en calidad de asesor. El propio Palomino, según ha afirmado, escribió por WhatsApp a quien entonces era mano derecha de Ábalos, en aquella época aún número tres del PSOE, y este le derivó al empresario Íñigo Rotaetxe, apoderado de Soluciones de Gestión y uno de los detenidos en la Operación Delorme. El que fuera director general del IB-Salut ha asegurado asimismo que la entonces presidenta autonómica, Francina Armengol, «jamás» se interesó por el contrato con esta empresa.

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Después de Palomino ha comparecido en la comisión el exportavoz del Gobierno balear Iago Negueruela, quien era el número dos de Armengol, y ha remarcado que él no recibió la llamada del Ministerio de Transportes para ofrecer mascarillas y, por tanto, no puede saber quién la hizo. Hace más de dos meses, Negueruela no fue capaz de aclarar en una conversación con periodistas a quién le había llegado esa llamada ministerial. Ahora, ya se sabe al menos que fue a Palomino, aunque no haya sabido responder quién estaba al otro lado del teléfono. Sí ha dicho que «era alguien no especialmente significado». Hasta ahí sí le ha alcanzado la memoria.