El exdirector de la Guardia Civil dice que su plaza en EE.UU. «no es un premio» pese a que el Gobierno descartó a seis candidatos

Preguntado por el hecho de que el Gobierno declarase desierta la plaza que ocupa en la actualidad en la embajada de España en Washington, para la que, según publica hoy ABC, el Gobierno descartó a seis altos funcionarios cualificados, Marcos declaró que su ocupación actual «no tiene nada que ver con esta comisión», en la que compareció por videoconferencia desde su nuevo despacho en la sede de la representación diplomática en EE.UU..

Fue el pasado mes de mayo cuando el Ministerio de la Presidencia convocó el puesto de Consejero de Información para la embajada en Washington, a la que se presentaron seis funcionarios: cinco de ellos del Cuerpo Superior de la Administración Civil del Estado y otro de la Carrera Diplomática. A principios del mes de agosto, el día 3, el Gobierno declaró desierta la plaza, casi un mes antes de que Marcos fuera cesado como director de la Guardia Civil, cuando Koldo García ya había declarado ante la UCO y conocían por parte del que fuera asesor de Ábalos que sabía que estaba siendo investigado por el propio Marcos, quien informó directamente de este hecho al que era entonces comandante de Información, Rubén Villalba, considerado como el nexo de la trama con el Ministerio de Interior.

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Angie Calero

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Marcos declaró que no conoce a Koldo, que su puesto actual es de libre designación y que no participó en la convocatoria de mayo porque en ese momento era director de la Guardia Civil. Declaró, además, que ignora los motivos por los que el Gobierno declaró desierta la plaza que ahora ocupa él. «No tengo nada que decir al respecto», apuntó.

Sobre el chivatazo, Marcos negó «radicalmente» que su salida de la Guardia Civil esté relacionada con los informes de la UCO. Negó cualquier tipo de trato con Koldo -«no le conozco», afirmó- y que negó también que tenga relación con Rubén Villalba, más allá de que fue él quien ordenó que se le suspendiera de funciones cuando fue detenido el pasado mes de marzo.

Ante las preguntas de UPN, Marcos justificó su salida tras 15 meses como director general de la Guardia Civil tras «cumplir» con su cometido de dar «estabilidad» al Instituto Armado. Negó que su destino haya sido un premio político por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska: «He desempeñado puestos relevantes desde 1989 de manera ininterrumpida; no hay ningún premio, ningún silencio, nada que comprar, nada que ocultar».

Desde el PP, espetaron a Marcos la "prepotencia" con la que estaba afrontando esta comparecencia y le recordaron que en ella estaba obligado a decir la verdad. Le preguntaron si había leído el informe de la UCO, a lo que el antiguo director de la Guardia Civil contestó que "no conoce" esos escritos porque "no corresponde" al director del Instituto Armado saber estas cuestiones. En este sentido, a las preguntas del PP sobre cuando fue detenido Villalba, Marcos contestó que "no recuerda" la fecha, pero que fue inmediatamente después de suspenderle de funciones.

—Si busca usted la fecha de cuando fue Villaba suspendido de funciones, esa fue la fecha de su detención-, afirmó Marcos.

—¿Y por qué no ha buscado usted la fecha, si sabía que tenía que declarar?-, contestó la portavoz del PP.

—Porque yo ahora desempeño otras funciones y no tengo acceso a determinada información-, contestó Marcos.

Ante la incredulidad del PP, le preguntaron si había preparado esta comparecencia, entre otras cosas porque "es vital" para él y Marcos dijo que "sí". Aún así, quedaron informaciones por conocer, ya que Marcos afirmó que no sabe cuántos agentes están implicados en la trama Koldo; y se negó a responder a la pregunta de por qué no ordenó una investigación interna en la Guardia Civil cuando supo de la implicación de Villalba. Según él, "no hizo falta" porque ya había una unidad dedicada a conocer las actividades de Koldo.