El exdirector del CNI niega que el cerebro de los atentados de Cataluña fuera confidente del centro

El exdirector del CNI ha hecho estas afirmaciones en su compaecencia en la primera sesión de comisión de investigación del Congreso que investiga esos atentados, pero lo cierto es que ha arrancado a medio gas por dos cuestiones fundamentales: la primera, porque el Gobierno no ha descladificado la documentación del centro sobre ese asunto, a pesar de que se había comprometido a ello, y lo segundo porque los hechos ya están juzgados y es difícil saber qué se pretende con una comisión que, simplemente, es consecuencia de las cesiones del Ejecutivo a sus socios independentistas catalanes, que sostienen sin una sola prueba que el Estado pudo evitar los atentados y no lo hizo.

Sanz Roldán ha advertido desde el primer momento a los diputados de la comisióin que no podría aportar información sobre los métodos de trabajo del CNI, ni de las conclusiones que alcanzó en relación con este asunto ni de nada que tuviera que ver con ello, «porque sobre mí pesa el secreto de cuanto he conocido en razón de mi cargo y en tanto el Gobierno no proceda a esa desclasificación de documentos».

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Sólo ha admitido que los agentes visitaron dos ó tres veces a El Satty en la cárcel de Castellón por las razones ya citadas, «porque esa es una información que ya es pública y por tanto no desvelo secreto alguno«. Respecto al resto de asuntos, se ha remitido a su comparecencia por este asunto en el marco de la comisión de secretos oficiales, a la que se ha remitido.

Sólo ha variado su tono profesoral cuando la representante de Junts ha sugerido, de forma velada, que el Estdo no hizo lo que debía por evitar el atentado, una teoría conspiranoica tan absurda como descabellada. «Es una vileza, una infamia que alguien diga eso», ha afirmado, para luego argumentar que «el mayor Trapero dijo en una entrevista que la respuesta más efectiva, profunda y leal que hubo en esos momentos fue la del CNI«. También dijo el entonces mayor de los Mossos que no tenía ni un solo indicio de teorías de la conspiración.

Ha admitido, por supuesto, que hubo errores para que el atentado fuera posible y que fueron estudiados «en la comisión de lecciones aprendidas que tiene el CNI». Y ha reflexionado: «Nunca se gana una guerra sin haber perdido una batalla».

A continuacíón ha comparecido el exjefe del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), el comisario jubilado José Luis Olivera, que ha negado que hubiera «negligencia» desde el plano policial, si bien sí ha lamentado que no llegó al Ministerio del Interior ninguna alerta tras la explosión en la casa de Alcanar.

Olivera ha puesto el foco en el contexto de preparación en Cataluña del referéndum independentista del 1-O, así como que «jamás» llegó ninguna alerta a Interior relacionando la explosión el día 16 en la casa de Alcanar en la que se preparaba un atentado a gran escala, y en la que falleció el imán Abdelbaki Es Satty, con el plan ejecutado un día después a primera hora de la tarde con los atropellos en Las Ramblas.

Olivera ha destacado que el plan inicial de los terroristas no era los atropellos indiscriminados en Las Rambla, sino un «atentado a gran escala con explosivos» que preparaban en Alcanar con la sustancia conocida como 'madre de Satán', barajándose incluso un ataque contra la Sagrada Familia.

Además, ha rememorado la situación de Cataluña en 2017, en pleno pulso político para celebrar el referéndum independentistas del 1-O. «Hay que poner las cosas en contexto, Cataluña estaba sumida en una situación de profunda inestabilidad política en donde todo el Gobierno catalán estaba dedicado a otras cosas«, ha señalado.