Elecciones 28M

España decide hoy si pone en marcha un cambio político o extiende la pugna de bloques

El pulso se medirá en Sevilla, Aragón, Madrid, Barcelona, Castilla-La Mancha y, sobre todo, Valencia

Las compras de votos del PSOE al final de la campaña y los indecisos, claves que podrían enmendar los sondeos

Análisis: Qué es ganar y qué es perder el 28M

Cita con las urnas el 28M: Una guía en datos para la jornada electoral

Sigue en directo la última hora de la campaña electoral de este 28M

El consejero de Interior madrileño, Enrique López, muestra el Centro de Difusión de Datos para el seguimiento de las elecciones autonómicas del 28M en Madrid EP / Vídeo: atlas

Las elecciones de este domingo servirán para determinar si existe una mayoría social suficiente que permita apuntar hacia un cambio de Gobierno en las próximas elecciones generales o si, por el contrario, los españoles siguen instalados en el frentismo y los dos ... bloques mantienen su pugna en términos de casi igualdad.

De partida, ninguno de los dos grandes partidos acude a las urnas con el mismo estado de salud que en la cita de 2019. En aquel momento, el PSOE exhibía fortaleza tras haber desalojado a Mariano Rajoy del Gobierno vía moción de censura, pero los socialistas han llegado a esta campaña con desgaste y desmovilización por su propia gestión, la coalición con Podemos y las alianzas con los partidos independentistas.

En los últimos meses ha quedado constatado un retroceso de la izquierda al calor de las salidas de agresores sexuales tras la ley del 'sólo sí es sí', la falta de medidas efectivas frente a la inflación y la rebaja del delito de malversación. A ello se une que la campaña del PSOE se ha visto desbaratada. Primero, por la inclusión en las listas de Bildu, aliado de referencia de Sánchez, de 44 etarras. Siete de ellos con delitos de sangre y retirados después tras el escándalo. Segundo, por las distintas tramas de compra de voto que han implicado a candidatos y cargos socialistas en distintas puntos del territorio.

El PP, en cambio, se situaba hace cuatro años en su peor momento electoral con Ciudadanos aspirando a arrebatarle el liderazgo de la derecha y Vox como fuerte competencia emergente entre los votantes conservadores. Pero las últimas victorias en Madrid y Andalucía, unidas al nuevo liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, han dado a los populares una fortaleza que coincide con la descomposición de Ciudadanos y el techo que aparentemente tocó Vox en las últimas elecciones andaluzas.

La importancia del tercero

 

La incógnita reside en si estos cambios son suficientes para alterar el actual reparto de poder político. Esto es, si la izquierda será capaz de resistir frente a la recuperación del PP y una menor división del electorado de la derecha. Porque en un contexto de bloques como el actual, la conquista de gobiernos no depende exclusivamente de los dos grandes partidos sino también del estado de sus aliados. Será determinante, por tanto, qué partido ocupa la tercera plaza en las distintas autonomías y ayuntamientos: ¿un posible aliado del PP o del PSOE?

Descartadas posibles mayorías absolutas salvo en la Comunidad de Madrid, las encuestas apuntan a que, en el bloque conservador, Vox puede ser determinante para que el PP logre gobernar en los territorios en los que pueda ganar esta noche. Con esta combinación, los populares podrían desalojar a los socialistas en Aragón, Baleares y La Rioja además de reeditar gobierno en Madrid y Murcia. Más discutidas están Cantabria y la Comunidad Valenciana, siendo ésta última la que encierra más simbolismo político junto a las alcaldías de Sevilla, a la que aspira el PP, y Barcelona, que pretende conseguir el PSOE.

El pulso Feijóo-Abascal

La fuerza final del partido de Santiago Abascal y su capacidad para exigir su entrada en gobiernos del PP dependerá de su movilización pero también de qué camino sigan los últimos votantes de Ciudadanos. Los populares aspiran a atraerlos al igual que a votantes de centro-izquierda y evitar compartir gobiernos con Vox, limitando así su apoyo al externo. Pero el presidente de este último partido ha dejado claro que ya no se conforma con esa fórmula sino que quiere extender el modelo de Castilla y León: alcanzar poder y gestionar.

La debilidad de Podemos

En el bloque de la izquierda, las encuestas apuntan a que los socialistas podrían retener Extremadura, Navarra, Asturias, Castilla-La Mancha y Canarias, además de que el resultado no está claro en la Comunidad Valenciana y Cantabria, como se mencionaba anteriormente, y donde el resultado puede resolverse por muy pocos votos. Pero allá donde Unidas Podemos no logre representación será muy difícil -y según en qué zonas imposible- que los socialistas logren gobernar aunque sean el partido más votado.

Y es que en este bloque, el flanco más débil es la formación morada, que se juega quedarse fuera de territorios tan significativos como Madrid y la Comunidad Valenciana, en los que compite con partidos regionalistas que forman parte de Sumar pero se encuentran alineados con las tesis de Yolanda Díaz y frustrar posibles pactos de gobierno en la izquierda. Al margen de ello, su resultado particular tendrá interpretación propia en clave nacional por la pugna que mantiene con Yolanda Díaz por el reparto de poder en Sumar.

Lo que no ven las encuestas

Pero las estimaciones de las encuestas no recogen tres interrogantes que pueden ser decisivos para dilucidar el próximo reparto de poder. El primero, antes mencionado, es el impacto que puedan tener los intentos de fraude electoral que tienen como protagonista a cargos y candidatos del PSOE, y de su socio Coalición por Melilla. Estas tramas han irrumpido de lleno en la campaña electoral, pero en su recta final cuando ya no era posible publicar sondeos electorales.

La compra de votos ha sido el último revés para Pedro Sánchez y ha terminado de disipar el sentimiento de que «hay partido» que el líder socialista intentó infundir a sus filas, aprovechando la baza de Doñana, la multiplicación de las promesas electorales y su entrevista con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca. No obstante, al no existir sondeos posteriores es imposible anticipar el impacto que este escándalo tendrá finalmente en el electorado socialista e incluso a nivel global, ya que podría elevar el descrédito de la clase política.

Indecisos y voto exterior

El segundo elemento no despejado en las encuestas es la elevada indecisión. Según las encuestas, más de siete millones de españoles no habían decidido su voto en la primera previa a la campaña por lo que pueden ser determinantes para que la victoria se incline hacia uno u otro bloque. Y en los territorios donde el resultado sea más ajustado y exista un mayor número de residentes fuera de nuestras fronteras, puede entrar en juego el tercer elemento no contemplado en las encuestas: el voto exterior o voto CERA.

Las más deseadas

Valencia

Según los sondeos, los populares podrían ser la fuerza más votada en esta capital de provincia, pero la suma de los partidos de izquierdas podría dejarle fuera de la alcaldía. En la Comunidad Valenciana sucede lo mismo. Las encuestas anticipan una victoria popular pero sin garantías de gobierno por la posible suma de la izquierda.

Madrid

Todo apunta a que el PP mantendrá la alcaldía de la capital, aunque dependerá de Vox en mayor medida que la Comunidad de Madrid donde Isabel Díaz Ayuso podría lograr mayoría absoluta.

Sevilla

Esta ciudad ha sido un feudo socialista, pero los populares aspiran a conquistarla y las encuestas apuntan a una competición muy igualada este 28-M.

Barcelona

El bastón de mando de la Ciudad Condal podría pasar a manos del PSOE, que ya forma parte del equipo de gobierno de Ada Colau. No obstante, las encuestas anticipan una fuerte competencia con Junts y Los Comunes. Es la única gran plaza que el PSOE tiene opciones de reconquistar.

Por primera vez desde 2010, los españoles que viven en otros países podrán votar sin trabas al haberse derogado el voto rogado el pasado otoño. A ello se une el fuerte crecimiento que ha experimentado este colectivo en los últimos trece años, hasta situarse hoy en 1,05 millones con derecho a voto en estas elecciones autonómicas -2,3 millones si hoy se celebraran elecciones generales-. Estos tres ingredientes hacen pensar que este domingo puede haber sorpresas sobre lo anticipado por las encuestas.

Los resultados de unos comicios autonómicos y locales no son extrapolables a las generales, pero desde el primer momento el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, planteó la cita como una primera vuelta electoral y el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, terminó aceptando el órdago asumiendo que se dirime un plebiscito sobre el sanchismo. Por ello, lo que suceda en las plazas en juego este 28M servirá de termómetro para las generales de final de año y marcará, además, la estrategia de las formaciones políticas hasta entonces.

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