España compra a Israel catorce veces más material militar del que le vende
La industria española exporta al Ejército israelí componentes de drones o sistemas de dirección de tiro
Militares españoles en unas maniobras usando el misil Spike, de fabricación israelí
La diplomacia de defensa tiene un papel cada vez más relevante en la esfera internacional e Israel no es un caso aislado. Cuenta con una puntera industria militar y es uno de los principales vendedores de armamento a España, aunque también está en el ... grupo de cabeza de los compradores. El negocio es millonario y de él dependen muchas de las últimas tecnologías que usan las Fuerzas Armadas.
En el año 2021, el último del que hay datos oficiales, Israel fue el sexto país suministrador de productos de defensa a la industria nacional. En concreto fueron 47 millones de euros, el 1,7 por ciento del total. Para ello, Israel suele recurrir a acuerdos con empresas españolas que le abren la puerta del mercado nacional. Por ejemplo, el Gobierno autorizó este mismo mes la compra de 168 sistemas de misiles contracarro Spike por más de 285 millones de euros. El fabricante es un consorcio de empresas liderado por Pap Tecnos, la filial española de la israelí Rafael, fabricante original. Pero la relación de las Fuerzas Armadas con este sistema es antigua y tanto el Ejército de Tierra como Infantería de Marina cuentan con una versión anterior en sus filas desde hace años. De hecho, es considerado un elemento básico del Ejército español y forma parte incluso del despliegue en misiones internacionales como la de Letonia, donde España participa en una operación de la OTAN de disuasión cerca de la frontera con Rusia.
Pero hay muchos más ejemplos. Hace solo una semana el Consejo de Ministros autorizó un contrato para la compra del sistema lanzacohetes Silam, un proyecto en el que participa la israelí Elbit Systems. Y también los carros de combate Leopard usan munición de otra empresa israelí, IMI Systems. Además, este suministro no se limita a las Fuerzas Armadas y también la Policía Nacional y la Guardia Civil cuentan con sus productos entre sus filas. Por ejemplo el fusil de asalto MZ-4P de la israelí Emtan.
En el campo de las exportaciones, el informe del año 2021, dependiente de la Secretaría de Estado de Comercio, revela que se materializaron ventas a Israel por valor de 3,4 millones de euros, sobre todo componentes de aviones, sistemas de drones o sistemas de imagen. Pero además, la junta interministerial encargada de autorizar estas operaciones, cuyas deliberaciones son secretas, dio el visto bueno a futuras exportaciones por un valor que supera los 13 millones de euros, la mayoría en sistemas de dirección de tiro y vehículos militares.
De 2022 solo es pública la estadística del primer semestre, pero ya revela el buen momento de esta relación comercial al incluir exportaciones a Israel por más de nueve millones de euros en esos seis primeros meses del año y ventas realizadas por 1,6 millones de euros. Tres cuartas partes de estas exportaciones (el 73 por ciento en 2021) están destinadas a las Fuerzas Armadas israelíes y el resto a la empresa privada. Además, el último informe revela que siete licencias de exportación a Israel fueron rechazadas al considerar la junta interministerial que existía «riesgo de desvío en uso y destino». Se trataba de material considerado de doble uso, aquel que puede servir para fines tanto civiles como militares.
Estas cifras esconden un sinfín de materiales fundamentales para las Fuerzas Armadas españolas que se encuentran ahora en pleno debate político como consecuencia de la guerra entre Israel y Hamás. La ministra y líder de Podemos, Ione Belarra, ha llegado a pedir al Gobierno la suspensión de las relaciones diplomáticas con el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu y Sumar ve «un escándalo» que los países de la Unión Europea mantengan la venta de armamento a Israel porque cree que, estando inmerso en un conflicto, contraviene el Tratado de Comercio de Armas. Pero también Israel ha reaccionado durante los últimos días a las críticas de otros países y, por ejemplo, decretó la suspensión de la venta de equipos de defensa y seguridad a Colombia tras unas palabras de su presidente, Gustavo Petro, que calificó de «hostiles y antisemitas».
Choque político
En España el conflicto ha sido zanjado antes, pero vivió momentos de tensión la pasada semana cuando la Embajada de Israel acusó a miembros del Gobierno de «alinearse con el terrorismo tipo ISIS» de Hamás, a lo que Belarra respondió acusando al Ejecutivo de Netanyahu de cometer «crímenes de guerra» y el Ministerio de Exteriores reivindicó que «cualquier responsable político puede expresar libremente posiciones como representante de un partido político en una democracia plena como es España».
Las aguas volvieron a su cauce solo un día después, cuando el ministro José Manuel Albares dio por zanjado el conflicto reivindicando que la política exterior de España solo la marcan él mismo y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. También la embajadora israelí, Rodica Radian-Gordon, aseguró que su país ha «pasado página», aunque avisó de un aumento de declaraciones «antisemitas».