Una escuela vasca luce una pancarta a favor de etarras que asesinaron a siete personas

Así lo había denunciado en sus redes sociales el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), que preside Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio, asesinado por ETA en 1995 cuando era el líder del PP en esta provincia.

La pancarta lucía desde el viernes en la fachada de esta escuela vasca con el lema 'etxea nahi ditugu' ('los queremos en casa') y las caras de cuatro presos de ETA, condenados por varios atentados mortales.

Como explica Covite, se trata de Manex Castro, que asesinó al empresario vasco Ignacio Uría en 2008. También José Ignacio Guridi, con sendos atentados en Sallent de Gállego (Huesca) y Andoáin (Guipúzcoa), ambos en 2000, en los que mató a dos guardias civiles y al periodista José Luis López de Lacalle.

Otro de los etarras que aparecen en esa pancarta es Juan Carlos Besance, que asesinó en 2001 a José Javier Múgica, concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN) en el Ayuntamiento de Leiza. Y el cuarto es Óscar Celarain, condenado también por el atentado de la casa cuartel de Santa Pola (Alicante) en 2002, que acabó con la vida de dos personas, entre ellas una niña de 6 años.

No es la primera vez que esta escuela de Villabona exhibe pancartas a favor de presos de ETA con delitos de sangre. Ya hace tres años lo hizo con otra prácticamente idéntica, aunque en ese caso con un etarra más, hasta cinco.

Covite denunciaba este sábado en su perfil de Twitter que a los herederos de ETA «no les basta con ocupar el espacio público con su propaganda proetarra, sino que encima también lo hacen en ikastolas». Consuelo Ordóñez explica a ABC que «no hay ni un día en el País Vasco y Navarra sin culto a los asesinos en serie». Añade la presidenta de Covite que «todos los días tenemos ejemplos de la vigencia de ETA en las calles vascas y navarras».

De hecho, su colectivo de víctimas tiene desde 2016 un Observatorio de la Radicalización por el que registra, detalla y denuncia todas las expresiones a favor de ETA y de etarras que se dan en el País Vasco y Navarra. Ordóñez afirma que, aunque prácticamente han desaparecido los 'ongi etorri' u homenajes públicos a los presos de la banda, sin embargo proliferan las pintadas, pancartas y similares.