Contrastó su oposición con la de los diputados de Sumar, que sí tuvieron ese gesto de respeto con el Monarca. Empezando por los nuevos ministros, incluida Sira Rego -la más radical de todos ellos-, que sí aplaudieron a Felipe VI tras su discurso centrado en la Transición y la unidad de España. También lo hizo Marta Lois, portavoz de Sumar en el Congreso y los demás diputados de la formación de Yolanda Díaz. Todos, menos los de Podemos, decididos a ocupar el espacio más a la izquierda del espectro político nacional.
A diferencia de lo que había ocurrido con Francina Armengol, a la que no aplaudió más de la mitad del los presentes, el Monarca solo recibió la indiferencia de Podemos y de Aitor Esteban, que se arrancó con un tímido aplauso que se extinguió rápido. Ovació tímida del líder del PNV en Madrid.
Las formaciones independentistas Esquerra Republicana, EH Bildu y el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), que no estuvieron presentes en el acto, han emitido un contundente comunicado conjunto contra la Monarquía y el Rey Felipe VI coincidiendo con su participación en la solemne apertura de la XV Legislatura.
Califican la Monarquía como una «institución anacrónica, incompatible con los principios democráticos esenciales» e insisten en que fue «puesta por el dictador Franco». Los socios de Pedro Sánchez señalan que este sistema no responde «a los valores republicanos de libertad, igualdad y democracia» que, a su juicio, «las mayorías sociales anhelan».
«Una verdadera democracia solo será posible desde la ruptura con la herencia, las bases y valores que representa el Rey y su figura», reiteran, añadiendo que al «no ser elegidos democráticamente», la Corona «debe dejar de ejercer su tutela sobre la ciudadanía y sobre los gobiernos y parlamentos» que han sido elegidos de forma democrática.
Subrayan que ni el Rey ni la Monarquía «les representa» y que las sociedades catalana, vasca y gallega «rechazan mayoritariamente la figura de una institución que se vincula al objetivo de mantener e imponer la unidad de España y sus leyes, negando los derechos civiles, políticos y nacionales».
Asimismo, ERC, EH Bildu y BNG afirman que Felipe VI «no es un interlocutor válido» para ellos y, por tanto, no le reconocen ni «función política» ni «legitimidad». Le acusan además de «intentar imponer proyectos y valores antidemocráticos». «Reafirmamos nuestra voluntad de continuar trabajando para hacer efectivo, más temprano que tarde, el ideal de democracia, libertad y repúblicas», concluyen.
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