El equipo de Ábalos dio orden de retirar publicidad institucional a los medios críticos con el 'Delcygate'
La dirección de Adif tenía una estrategia de comunicación para «condicionar los recursos al tratamiento informativo»
Ese plan de tres páginas incluía «implicar al Ministerio del Interior de forma activa filtrando el acta policial»
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La cúpula del Ministerio de Transportes manejó un documento para paliar el deterioro de la imagen pública del entonces ministro José Luis Ábalos por las informaciones diarias acerca del 'Delcygate', el encuentro que mantuvo con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez ... , en el aeropuerto de Barajas la madrugada del 20 de enero de 2020 a pesar de que tenía prohibido pisar suelo europeo. El documento, titulado 'Estrategia de comunicación Delcygate', contemplaba entre otras acciones el «condicionamiento de los recursos de publicidad» no sólo de Renfe, especifica, sino de todo el «Grupo Mitma» (por las siglas del Ministerio de Transportes y las empresas públicas vinculadas al mismo), «al tratamiento informativo» que se le diera a este asunto.
Así consta en esa hoja de ruta de tres páginas almacenada en el correo corporativo de la que en ese momento era presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Isabel Pardo de Vera, cuyos mensajes han sido recientemente incorporados al sumario del caso Koldo. En el documento, al que tuvo acceso ABC, se especifica que el «condicionamiento» había que comunicarlo «de forma explícita y con ejemplos concretos a los responsables comerciales de los medios».
«No se puede premiar a quienes utilizan la difamación para deteriorar la imagen del titular del departamento», dejaron por escrito, para después concluir que en este apartado «el Grupo Prisa y Atresmedia» eran «especialmente relevantes». El mencionado documento, una especie de dossier de crisis sin firmar, fue autoenviado por la misma Pardo de Vera a su propia cuenta oficial el 23 de febrero de 2020. Es decir, 34 días después de que se produjera el encuentro en Barajas del ministro con la política venezolana y tras más de «un mes de ataques» en los medios de comunicación, según destaca el texto.
Para entonces, de acuerdo al análisis recogido, se había producido un «deterioro de la imagen pública» del ministro y existía una «cronificación de la crisis», pues en aquellas fechas el 'Delcygate' ya se había judicializado en Plaza de Castilla (Madrid) y les preocupaba -según plasmaron- la «participación transversal de los medios de comunicación (no sólo de los medios de derechas)», a la hora de informar sobre el encuentro. Detectaron, además, que el asunto se había personificado en la figura del ministro. «No es el caso Venezuela, es el caso Ábalos», llegaron a apuntar.
Y en este sentido, además de planear el «condicionamiento de los recursos de publicidad» de los medios de comunicación, incluyeron también en su estrategia una acción que consistía en la «selección de opinadores/ articulistas/tertulianos» que pudieran «tener un encuentro con el ministro y comunicar» su relato. Hablan de «[Antonio] Maestre, A. [por Antón] Losada, [Esther] Palomera, etc». Entre las debilidades subrayadas en el análisis se destacaba la «escasez de medios y opinadores relevantes» que entonces defendieran su posición. También detectaron la «ausencia de un mensaje coral claro» sobre el tema, tanto por parte del Gobierno como del PSOE.
El documento recoge nueve líneas de acción, como «implicar de forma activa» al Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, en la comunicación relativa al 'Delcygate' «filtrando el acta policial» del encuentro en Barajas o «facilitando una entrevista con el comisario de fronteras». Para reparar la imagen de Ábalos, planearon enseñar sus «puntos fuertes», su capacidad comunicativa emocional, su compromiso y trayectoria política y su sensibilidad por todo aquello que merece trascender». «El objetivo es comunicar su amplia dimensión humana y política», señala el plan.
Para ello, se encomendaron a replantearse su estrategia en las redes, a llevar a cabo entrevistas de fondo sobre su persona e incluso plasmaron la opción de publicar un «libro biográfico» o un documental del ministro. También incluyeron iniciativas para «diluir el 'Delcygate'» tratando de incrementar los «impactos comunicativos derivados de su acción como ministro» con el «lanzamiento de medidas de impacto» relacionadas con el control de precios o la tarificación», se puede leer en este plan.
Ábalos: «Es una barbaridad»
José Luis Ábalos dijo ayer a ABC desconocer este documento: «No sé a quién se le pudo ocurrir elaborarlo, pero a mí no me llegó». Añadió que él no desarrolló «esa estrategia»: «No se hizo, porque sería una barbaridad hacerlo, quizás fue un borrador». Por su parte, Pardo de Vera explicó a este diario que no recuerda «en absoluto» ese documento: «Si me lo reenvié sería porque alguien me lo envió y quería echarle un vistazo después». Confirma que «de ninguna manera» ella fue la autora del texto y que Adif no tiene capacidad de insertar publicidad.
Era importante también, según esa estrategia, que Ábalos preparara todas las intervenciones sobre el caso, «especialmente los canutazos y declaraciones a los medios, con el objetivo de no generar nuevos frentes de comunicación ni judiciales». Acordaron hacer seguimiento de «todo lo publicado» sobre el 'Delcygate' y concluyeron que era «imprescindible» clarificar la estrategia judicial sobre el caso y «alinearla con la comunicativa». Para ello, consideraron conveniente designar una «cabeza jurídica» que la implementara.
En cuanto a las fortalezas con las que creían contar para afrontar la situación de crisis, mencionaban la «capacidad dialéctica» de Ábalos, así como su trayectoria política o la «posibilidad de activar instrumentos gubernamentales: publicidad institucional, posición del ministro, apoyo Moncloa». La fortaleza más importante para ellos, según escribieron, es que «no hay caso».
«Se cumplió el objetivo de que no entrase en España (en referencia a Delcy Rodríguez) sin generar una crisis diplomática; la vicepresidenta (venezolana) estuvo en todo momento custodiada por las autoridades policiales; Venezuela es importante para España y su Gobierno efectivo es el que es, nos guste o no; la política internacional es un asunto de Estado excepto para la derecha española; la derecha utiliza el sufrimiento de los venezolanos para atacar al Gobierno», son algunas de las ideas fuerza con las que buscaban neutralizar las informaciones de aquellos días que recoge también el documento.
«La derecha alienta la confrontación civil en Venezuela; la derecha habla de Venezuela porque no tiene nada que decir sobre lo que les importa a los españoles; la derecha intenta judicializar el caso porque políticamente lo ha perdido en el parlamento», recogieron.
La llegada de la entonces vicepresidenta de Nicolás Maduro generó una gran crisis. Delcy pisó suelo español, pues la sala VIP en la que pasó la noche se encuentra una vez traspasado el control policial de la terminal ejecutiva, aunque estuvo custodiada. Tenía prohibida la entrada en suelo europeo por las sanciones al régimen chavista. Por otro lado, según desveló ABC, esa noche también se dio cita en el aeropuerto Víctor de Aldama, el comisionista de la trama Koldo, que entonces representaba a Air Europa para reclamar una deuda de 200 millones de dólares a Venezuela.
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