Entrevista
Enrique R. Alvarado: «Ábalos era clave en el pacto PSOE-Maduro para financiar el proyecto de Sánchez»
Embajador de Juan Guaidó en Budapest (Hungría)
El opositor venezolano estuvo en la reunión con Ábalos y Aldama en Ferraz que se conoció ya en marzo
Aldama ofreció negocios en Venezuela a varios CEO del Ibex
Madrid
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Iniciar sesiónLa forma en que se relacionaron José Luis Ábalos y Víctor de Aldama durante la reunión con representantes de la oposición venezolana en la sede socialista de Ferraz fue la «demostración de una relación de amistad sólida, de confianza y complicidad, eran ... grandes amigos». Lo cuenta Enrique R. Alvarado, entonces embajador de Juan Guaidó en Budapest y presente en aquella reunión con Ábalos, cita que recuerda con detalle.
Con el paso de los años, Alvarado tiene una interpretación muy clara de la relación del Partido Socialista con Venezuela: «Es evidente que la negativa de Sánchez a reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela después del 28-J es una demostración de que la relación de Sánchez con Maduro va más allá de lo político, de intereses comunes, una relación crematística». Según su relato, es el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero quien «lo convence de que Caracas podía ser una importante fuente de financiación para su proyecto político».
A finales de marzo del año 2019, Aldama citó a los cuatro embajadores que había nombrado el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, en un despacho situado en la calle Alfonso XII de Madrid. Eran Antonio Ecarri (padre), Williams Dávila (hijo), José Ignacio Guédez y Enrique Alvarado. Todos ellos habían viajado a Madrid para verse con Aldama, primero, y Ábalos, después, aunque este segundo encuentro ya se produjo en la sede del PSOE, en el número 70 de la calle Ferraz, y no en el Ministerio de Fomento. «Había mucho interés en conseguir información de España y Venezuela, era evidente», explica.
—Aldama les citó primero en un despacho en la calle Alfonso XII y luego les llevó a Ferraz.
Fuimos en dos vehículos. En uno íbamos nosotros y Aldama iba en el otro.
—Cuando llegaron, supongo que se tendrían que acreditar de alguna manera o dar el DNI…
Cuando nosotros llegamos a Ferraz había un detector de metales. Cada uno entregó su identificación a la gente de seguridad y entramos. Subimos con Aldama por los ascensores al tercer piso y luego apareció Ábalos. Esa foto se tomó con el móvil de Aldama o tal vez la tomó su asistente, Juan Andrés Bablia.
—¿Cómo fue el trato con Ábalos cuando llegaron?
Muy bueno, fueron muy cordiales, se ve que había una gran relación entre Ábalos y Aldama. Por eso es que a mí me extraña lo que dicen ahora. Se ve que Aldama era un hombre de extrema confianza para Ábalos.
—¿De qué se habló en esa reunión?
Ahí se habló de las compañías españolas con presencia en Venezuela, cuál era su deuda, qué se debería hacer para ayudar a las empresas españolas. Lo que decía la prensa de que se habló sobre que la socialdemocracia venezolana apoyara a la candidatura de Pedro Sánchez para la Internacional Socialista… Ahí no se habló nada de eso. Repito, Ábalos y Aldama querían información sobre la gran deuda que esas compañías españolas tenían en Venezuela ¿Y qué deduzco yo? Que después de esa reunión donde yo estuve presente se produjeron otras reuniones con Ecarrri, Aldama y Ábalos, sin la presencia nuestra, de los otros embajadores, por lo menos la mía. Yo nunca escuché en la reunión hablar de la Internacional Socialista. Lo que sigo manteniendo, y es la única explicación que entiendo, es que había un compromiso claro de Sánchez y del Gobierno español con la dictadura venezolana, con Nicolás Maduro, porque no hay otra explicación. «No reconozco a Maduro, pero tampoco apoyo a Edmundo» es una manera muy sutil de seguir apoyando a Nicolás Maduro.
—Víctor de Aldama tenía buenas relaciones con el régimen de Maduro, o al menos eso iba contando.
El viaje de Aldama a Venezuela como enviado de buenos oficios de Sánchez y Ábalos no tuvo nada que ver con la Internacional Socialista. Fue un error político, querían tener buenas relaciones con Guaidó y Henry Ramos Allup, presidente nacional de AD (Internacional Socialista) y Guaidó y Henry Ramos Allup, con el Gobierno español. En Madrid creían que el Gobierno de Maduro estaba en su etapa terminal. Numerosos errores de la oposición venezolana en España ayudaron a profundizar esa brecha. Maduro se quedó y Guaidó implosionó.
—Lo que usted está definiendo es un plan.
Yo creo que cada día queda más claro que hubo un acuerdo PSOE-Maduro para financiar el proyecto político de Pedro Sánchez y donde Ábalos era una pieza clave.
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