La empresa que contrató a Koldo participa en el tren maya de México

En octubre de este año, el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que investiga a Koldo García y a Víctor de Aldama por presunta corrupción en contratos públicos para traer material sanitario a España durante la pandemia por 53 millones de euros, pidió a la Guardia Civil que se dirigiera a Azvi para averiguar qué trabajos prestó la empresa de la esposa del exasesor del exministro socialista a la constructora ferroviaria y por qué remuneración.

Tanto el juez instructor como la Fiscalía Anticorrupción sospechaban que la sociedad es una tapadera para ocultar comisiones ilícitas fruto de los contratos de las mascarillas con la compañía Soluciones de Gestión, a la que Aldama representaba en 2020, objeto de la investigación.

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Para justificar que no es así, Koldo García alegó que entró a trabajar en Erikapat en 2022 –cuando Ábalos y él ya no estaban en el Ministerio de Transportes– y presentó ante el juez Ismael Moreno un contrato de consultoría firmado con Azvi, compañía con un volumen de negocio de novecientos millones de euros anuales y 5.000 empleados, en noviembre de 2023.

Las condiciones del contrato suscrito por Patricia Úriz en representación de Erikapat y Manuel Contreras, CEO de Azvi, contemplaba pagos de 6.000 euros al mes con una prima de éxito del 0,75 por ciento del monto total de cada proyecto que consiguiera, hasta un máximo de 350.000 euros por operación.

A cambio, Erikapat, sin empleados según los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, debía realizar «análisis de mercado y búsqueda de potenciales clientes». No bastaba con hacer listados de objetivos, tendría que producirse una «intermediación efectiva».

El contrato fue rescindido una vez la compañía conoció que Koldo García y su esposa habían sido detenidos y estaban investigados en una causa de corrupción, por razones de 'complience' –cumplimiento normativo–, explicaron fuentes de Azvi en septiembre a este diario. También expusieron que se contrató a Koldo García para «consultoría en Latinoamérica».

Ni Patricia Úriz ni Koldo García tienen formación en consultoría para empresas ni experiencia laboral conocida en este campo, sino en seguridad en caso del segundo, a pesar de que afirman que Erikapat «dispone de los conocimientos, la experiencia y los medios técnicos y humanos para prestar este tipo de servicios».

La explicación del investigado sobre la actividad de la sociedad, aportando el contrato con Azvi, no fue suficiente para los investigadores.

En el informe de Anticorrupción que dio pie a que el juez pidiera a la Guardia Civil dirigirse a la compañía para recabar más información de los trabajos realizados se expuso: «La documentación aportada (contrato de consultoría firmado por Dña. Patricia Úriz Iriarte en representación de Erikapat Consultoría Internacional SL con la mercantil Grupo de Empresas Azvi SL) no permite confirmar la realidad de las afirmaciones realizadas, es decir, se sigue desconociendo cuál es, o era, la realidad de la actividad de esta sociedad, así como la naturaleza de los servicios que el investigado Koldo García Izaguirre pudiera prestar a la misma».

El comisionista del caso Koldo presentó esta semana unas alegaciones, acompañadas de algunos documentos anexos, ante el juez del Tribunal Supremo que investiga al exministro José Luis Ábalos a raíz de la investigación seguida previamente en la Audiencia Nacional sobre los contratos de mascarillas.

En este, Aldama se refirió al contrato firmado entre Koldo García y Azvi en noviembre de 2023. Afirmó: «El Grupo Azvi contrató a través de la empresa Erikapat Consultoría Internacional SA a don Koldo García Izaguirre en 2023 como asesor y consultor para abrir nuevos negocios en Lationamérica. La relación, sin embargo, se había fraguado con anterioridad. La compañía fue adjudicataria de varios contratos de obra pública licitada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) que dirigió don José Luis Ábalos entre 2018 y 2021».

Aldama también afirmó en ese documento que «Grupo Azvi participó en la obra del tren maya del ferrocarril en México, que se fraguó en la visita de la delegación española a Ciudad de México, organizada por don Víctor de Aldama», reivindicando nuevamente el éxito de la participación de empresas españolas en el macroproyecto. La compañía, como publicó este viernes ABC, niega que el encargo de la obra del tren maya fuera gracias a la mediación del empresario ahora investigado.

En su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional, Aldama sostuvo que el 3 de febrero de 2019 fue a la presentación del candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Pepu Hernández, en el teatro La Latina de Madrid porque así se lo pidieron Koldo García y José Luis Ábalos, puesto que el presidente Pedro Sánchez quería conocerle y felicitarle personalmente por la organización de un viaje a México en el que se obvió al embajador español allí, Juan López-Dóriga, para que el propio Aldama organizara la agenda al ministro.

Aldama se remontó a agosto de 2018 para explicar el supuesto interés del Gobierno en él: «A ellos les llega información por empresas españolas, entiendo, de que se va a licitar un contrato importante en México, que es la línea verde del tren maya, un contrato muy importante en el que había varias empresas españolas interesadas en entrar y él sabía de mis conocimientos y mi llegada al Gobierno de México y los contactos que tenía en México. Y ahí me pide si le puedo echar una mano», explicó sobre los preliminares de la visita a ese país.

Entre los objetivos de dicho viaje, realizado un día después de la supuesta felicitación de Sánchez, el 4 de febrero de 2019, estaba conseguir que las empresas públicas españolas Renfe e Ineco dieran servicio durante tres años al proyecto del denominado tren maya. Un acuerdo que se materializó el 21 de diciembre de 2020, según anunció el propio Gobierno en una nota de prensa.

Los investigadores reconocen que Aldama se convirtió durante aquel viaje en una especie de «representante informal» de España, puesto que acompañó al ministro en los distintos encuentros, incluso con su homólogo en aquel país.

Según la declaración del empresario en la Audiencia Nacional, la primera vez que conoció al ministro Ábalos fue porque este se enteró de los buenos contactos que tenía tanto en México como en Venezuela. Según su versión, en agosto de 2018, dos meses después de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, tuvo su primer encuentro con el exministro después de semanas hablando con su entonces mano derecha, Koldo García. A este le había puesto al tanto de sus contactos en México, donde era agregado comercial en Oaxaca y tenía buena relación con el gobernador, Alejandro Murat, así como con miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en la Presidencia del país hasta julio de ese año, afirmó ante el juez.

Sin embargo, en una carta hecha pública el 27 de noviembre, el senador mexicano Murat quiso desmarcarse de Aldama y de los hechos objeto de investigación del caso Koldo, afirmando: «Sólo sostuve reuniones de trabajo con el ministro de Transportes de España tanto en Madrid y en México para asuntos exclusivamente relacionados con la conectividad aérea y cooperación en materia de transporte de Oaxaca».

Entre 2018 y 2021, años en los que José Luis Ábalos fue ministro de Fomento y posteriormente de Transportes, la constructora Azvi recibió adjudicaciones públicas por un valor superior a los cien millones de euros, aunque por su volumen de negocio ha sido habitual receptora de obra pública con Gobiernos de distinto signo durante décadas.