La dirección de Junts conocía el caso Giró por una queja interna

Giró se afilió a Junts el 31 de marzo de 2022. El congreso nacional del partido, que supuso un cambio en la dirección –salieron Puigdemont y Jordi Sànchez y tomaron el control de la formación Laura Borràs y Jordi Turull–, se convocó el 3 de mayo. El 10 de mayo, la candidatura única para formar la nueva ejecutiva incluía a Giró. El 4 de junio, el que entonces era consejero de Economía de la Generalitat obtuvo 1.648 votos y, por lo tanto, plaza como vocal en la nueva ejecutiva.

Sin embargo, tal y como desveló ABC este miércoles, se manipuló la fecha de la afiliación de Giró para que este pudiera participar en el congreso (votar y ser elegido). Así, a lo largo del mes de mayo, la fecha de militancia de Giró pasó del 31 de marzo al 3 de noviembre de 2021, justo para cumplir los seis meses que establece el reglamento interno de Junts para que un militante pueda participar en el congreso.

En este punto es relevante recordar que para pertenecer a la ejecutiva de Junts, con derecho a voz y voto, se debe pasar por el visto bueno del congreso nacional. Los estatutos del partido establecen, en su artículo 19, que a las reuniones de la ejecutiva podrán asistir, «invitados por el secretario general» y «para la mejor coordinación política», los miembros del Govern catalán, entre otros, pero, eso sí, «con voz y sin voto».

Es decir, los consejeros de la Generalitat, como era Giró desde mayo de 2021, no son miembros natos de la ejecutiva. Sin ir muy lejos, a primeros del actual mes de octubre, Victòria Alsina, entonces consejera de Acción Exterior, se dio de alta en el partido unas horas antes de que la ejecutiva decidiera la pregunta para romper con ERC para poder convencer a sus miembros de que debían seguir en el Govern. Pero Alsina no votó, ni en la ejecutiva ni en la consulta interna a las bases, que finalmente decidieron salir del Govern.

Así, si Giró quería formar parte de la cúpula del partido con poder de decisión debía pasar por el congreso nacional y no solo apelar a su condición de consejero de la Generalitat, que perdió este lunes. Pero al darse de alta a finales de marzo no podía ni votar ni ser elegido, porque no cumplía los seis meses de militancia para poder ejercer ese derecho de sufragio activo y pasivo, tal y como recoge el artículo 2 del 'Reglamento para la elección de cargos en el Congreso Nacional'.

Las denuncias sobre la irregularidad de Giró de algunos militantes llegaron el 22 de mayo a Josep Pagès (Defensor del Afiliado) y Aurora Madaula (Secretaria de Participación). El primero, según ha podido comprobar este diario, despachó la queja, solo unas horas después de recibirla, alegando que no era su función «esclarecer» estas cuestiones y señaló que «en principio» no atiende «denuncias anónimas». Por su parte, desde el equipo de Madaula se ha asegurado a ABC que no se recibió ningún mail denunciando el caso, y han señalado que, en caso de haberlo recibido, lo hubieran tramitado, al margen de su contenido. Este diario trató de recabar la versión de Pagès pero no respondió al requerimiento.

Por último, fuentes cercanas a Giró, que ayer negó los hechos alegando que se dio de alta en noviembre, pero que el partido le pidió que lo mantuviera «en secreto», sostuvieron a 'La Vanguardia', en mayo, que en realidad no lo había dicho «para no despertar suspicacias ni provocar rumores en un contexto de pugnas internas».