Dinero del narco para luchar contra el narco

Entre las grandes reivindicaciones de estas mujeres primero, y después ya de la mayor parte de la sociedad, estaba que los bienes que se intervenían a los traficantes de droga sirvieran para luchar contra los que la vendían y se hacían millonarios con ello. El altanero y fanfarrón Laureano Oubiña se convirtió entonces en símbolo de esta demanda y el capo vio cómo una cancioncilla –«del Pazo de Baión te vamos a sacar, para que nuestros niños podamos curar»–, coreada por esas mujeres valientes cada vez que lo tenían a tiro, se convertía en una de sus peores pesadillas.

En mayo de 2003 se regulaba el funcionamiento del Fondo de Bienes Decomisados por tráfico ilícito de drogas y otros relacionados (blanqueo) y curiosamente en 2024, último ejercicio en el que se han repartido, finalizó el acuerdo que en 2008 se firmó con la empresa Adega Condes de Albarei, que ganó la subasta del Pazo Baión.

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En su oferta no sólo se comprometía a pagar 8,7 millones, casi el doble de la cantidad de partida y la mayor cantidad ingresada en ese fondo hasta entonces, sino que también se incluía el compromiso de destinar durante un plazo de 15 años el 5 por ciento de la facturación anual de la producción vitivinícola a programas de rehabilitación y a contratar a personas que estaban en ese proceso durante 400 horas anuales para trabajos no especializados. En todo el tiempo que ha durado el acuerdo la empresa ha aportado más de 183 millones al fondo y contratado a un centenar de trabajadores de esas características.

Las cosas desde aquel 2008, en el que el fondo recaudaba algo menos de un millón de euros, hasta ahora, han cambiado mucho. La eficacia a la hora de intervenir esos bienes y de convertirlos en dinero, o bien repartirlos si eso es mejor para luchar contra la droga han mejorado mucho y en los últimos años, salvo 2024 porque es cuando ha comenzado a afectar el parón de la pandemia, se alcanzaron cifras superiores a los 31 millones de euros. El año pasado, por la razón señalada, sólo fueron veinte.

En principio, para poder decidir sobre el destino de los bienes intervenidos a los narcos, ya sea dinero, aeronaves, embarcaciones, coches, joyas u obras de arte, hay que esperar a que haya una sentencia firme. No obstante, como ha sucedido en el caso del inspector jefe de la UDEF de Madrid, el juez instructor puede autorizar la utilización de algunos de ellos, sobre todo vehículos, a las Fuerzas de Seguridad o a Vigilancia Aduanera.

En el caso de Óscar Sánchez Gil, como adelantó ABC, el instructor de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, autorizó entregar casi 50 coches a a la Policía, entre ellos algunos de lujo como Maserati, Porsche, Audi, Mercedes o BMW, para que puedan utilizarlos de manera «provisional» y hasta que se dicte sentencia firme. Es decir; los agentes que luchan contra las drogas pueden disponer de ellos en tanto no se sustancie judicialmente el caso, lo que ayuda a que no se deterioren, como sucede en muchas ocasiones. A cambio, deben mantenerlos en buenas condiciones.

Se trata, en todo caso, de decisiones puntuales, porque la mayoría de las veces, como se ha señalado, hay que esperar a que haya sentencia firme. Cuando se comunica, lo primero que hace el fondo es regularizar el bien en cuestión (localizarlo, identificarlo, inscribirlo, tasarlo, estudiar su situación jurídica y cargas económicas) para luego tomar una decisión sobre su destino.

Es la Mesa de Coordinación de Adjudicaciones la que decide si el bien se adscribe a alguna entidad directamente, si se enajena para ser subastado, si se cede de forma gratuita, se abandona porque no es rentable o simplemente no pasa a engrosar el Fondo.

Las subastas son probablemente la modalidad más atractiva para poder engrosar las cuentas del Fondo, no sólo para el Estado sino también para muchos ciudadanos que pueden acceder a un bien –una vivienda, una embarcación, un coche...– por un precio muy inferior al de mercado. Es verdad que algunos de ellos están deteriorados, y que se entregan en esas condiciones, pero aún así es muy atractivo, por ejemplo, para los buscadores de gangas.

El caso paradigmático es el de los vehículos, en especial de los de lujo, que salen a subasta a precios irrisorios, a veces menos de la mitad de lo que cuestan en la calle. Se han subastado con éxito maseratis, mercedes, porsches o lamborghinis, con la ventaja añadida de que al ser el Plan Nacional Sobre Drogas no tendrán que hacerles factura ni pagar el IVA.

En el reparto del dinero de 2024, los mayores beneficiados entre los que luchas contra la oferta, como no puede ser de otra manera, son el Ministerio del Interior, con 5,6 millones en números redondos, y la Agencia Tributaria, que a través de Vigilancia Aduanera combate no sólo el narcotráfico, sino también el blanqueo. En el apartado de control de la demanda, que se lleva siete de cada diez euros, los mayores receptores son las comunidades autónomas (con más de seis millones) y los ayuntamientos, con algo más de cuatro. En cuanto a lo subastado, lo más destacado fueron ocho embarcaciones, quince inmuebles y 69 vehículos, por algo más de un millón de euros.