María Teresa Fernández de la Vega dimite como presidenta del Consejo de Estado

De la Vega presidió este jueves su última reunión al mando de la comisión permanente del Consejo, cuatro años después de llegar a su cargo en 2018, el mismo año que Pedro Sánchez alcanzó la Presidencia del Gobierno, gracias a la moción de censura contra Mariano Rajoy. Desde su entorno trasladan que tras estos cuatro años al frente, que se cumplieron el pasado julio, daba su mandato por concluido, tal y como había hablado con el propio Sánchez. Aseguran además que su gestión ha sido un éxito en términos de transparencia, paridad y digitalización.

La próxima reunión del Consejo de Estado se celebrará el jueves de la semana que viene, 20 de octubre, y si para entonces no se ha nombrado a una sustituta, el presidente en funciones sería el consejero de mayor antigüedad, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, ponente de la Constitución de 1978 y antiguo diputado en el Congreso primero con UCD y más tarde con Alianza Popular (AP) y el PP.

Como principal órgano consultivo del Gobierno, y bajo su presidencia, el Consejo de Estado ha protagonizado algunos informes polémicos. Este mismo año, y según adelantó ABC, dictaminó que la nueva ley de Seguridad Nacional pone en riesgo el respeto al principio de indemnidad recogido en la Constitución, si bien no considera que la norma sea inconstitucional. Sobre otro importante proyecto del Gobierno de coalición, el de la ley Trans, el Consejo hizo objeciones de fondo, como la referente a la potestad que se daba a la administración para retirar mensajes en medios de comunicación que se consideren discriminatorios.

De la Vega (Valencia, 1949) es magistrada por el cuarto turno y aunque nunca ha militado en el PSOE, su carrera política ha estado vinculada desde hace décadas a esa formación. En el último Gobierno de Felipe González fue secretaria de Estado de Justicia entre 1994 y 1996, cuando Juan Alberto Belloch ejerció como biministro de Interior y Justicia. En 2004, tras la victoria socialista en las elecciones generales, Zapatero la nombró vicepresidenta primera y portavoz del Ejecutivo, convirtiéndose entonces en la primera mujer que ocupaba el segundo puesto por detrás del presidente. También ha sido la primera mujer en presidir el Consejo de Estado, puesto que ahora abandona.