Las dietas de viaje de los diputados se dispararon un 160% tras cambiar el sistema
El Congreso pasó de dedicar 95.288 euros en 2018 a 247.280 euros en 2022 y se mantiene sobre 220.000 euros
Vox exige justificar los gastos de los diputados tras el viaje a China
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Iniciar sesiónEl dinero que el Congreso dedica cada año a pagar dietas de viaje a los diputados se mantiene disparado desde que la Cámara decidió desechar el sistema de abono de los gastos correctamente justificados y recuperar el pago de una dieta fija de 150 euros al día para las salidas internacionales ... y de 120 euros al día para nacionales. Este sistema sigue vigente y no requiere que los parlamentarios incurran en gastos ni pernocten fuera de su domicilio. En el viaje oficial a China de mayo, la delegación apenas incurrió en gastos y cada diputado percibió 1.200 euros en dietas que se transformaron en un jugoso ingreso extra totalmente opaco para los ciudadanos y, además, exento del pago de impuestos.
En concreto, según la memoria de ejecución presupuestaria de la Cámara, el gasto en dietas de viaje de los diputados fue de 95.288,15 euros en 2018, el primer año en el que se aplicó íntegramente el sistema de reembolso de los gastos realizados. Y esta cantidad se desbocó un 160 por ciento hasta los 247.860 euros en 2022, el primer año con actividad internacional normal tras la pandemia del Covid-19 y el cambio del sistema de dietas al pago fijo diario. Este pico no fue puntual, ya que el gasto del Congreso por dietas de viajes de los diputados se mantiene en torno a los 220.000 euros al año desde entonces. Concretamente, en 218.922 euros en 2023 y en 222.784 euros en 2024. Y tampoco el gasto de 2018 fue un caso aislado ya que el sistema de reembolso se aprobó en enero de 2017 y, si bien en ese ejercicio no tuvo aplicación íntegra, se acercó mucho a ello y el gasto en dietas fue muy similar al del año siguiente: 100.346,96 euros.
En cambio, el desembolso de 2019 sí fue anormalmente bajo (52.514 euros) por el adelanto electoral de abril y la repetición de las generales en noviembre, y especialmente el de 2020 (24.820 euros) por el Covid-19 aunque fue este año cuando el Congreso decidió cambiar el sistema. Las restricciones y precauciones que aún existieron en 2021 aún mantuvieron el gasto en niveles bajos (67.606 euros).
Todas estas cifras se refieren siempre al gasto finalmente realizado según las distintas memorias anuales que presenta el Congreso ya que el presupuesto inicial destinado a dietas de viaje para sus señorías no cambia desde 2017 y repite los 300.000 euros cada año. Es decir, lo que se ha desbocado tras el cambio de sistema es el porcentaje de esa partida que se acaba gastando. Así en 2018, con el sistema de reembolso de facturas, los diputados solo consumieron un 31,76 por ciento de los fondos pero en 2022, con el sistema de dietas fijas diarias, se comieron el 82,62 por ciento. En 2023 este porcentaje se situó en el 72,97 por ciento y en 2024 lo hizo en el 74,26 por ciento.
No obstante, estas son las cifras de lo que corresponde a la partida prevista para los diputados por lo que para llegar a lo que el Congreso gasta cada año con este sistema de dietas fijas de viaje hay que añadir lo que perciben los funcionarios de la Cámara que les acompañan, ya que comparten el sistema. Los acompañantes dependen del viaje aunque el mínimo suele ser dos, un letrado y un administrativo.
Lógicamente, esta partida es muchísimo más pequeña que la de los diputados y en este caso no refleja que el cambio de sistema tuviera un efecto tan drástico al alza en 2022 pero es una cantidad a sumar. Así si el gasto en dietas de viajes para el personal del Congreso fue de 7.271 euros en 2018, consumiendo un 25,97 por ciento de los 28.000 euros presupuestados, en el año 2022 se situó en 7.636 euros, el 27,27 por ciento de los fondos para subir hasta 11.902 euros, el 42,51 por ciento, en 2023 y situarse en 10.794 euros, el 38,55 por ciento, en 2024.
PSOE y PP, balones fuera
El sistema de reembolso de los gastos fue aprobado por la Mesa del Congreso siendo presidenta la popular Ana Pastor, y fue desechado en 2020, estando al frente de la Cámara la socialista Meritxell Batet. Las dietas fijas generan polémica porque abren la puerta a que se transformen en un ingreso extra para los diputados, como sucedió en el viaje de China.
Según las normas de las Cortes, las dietas fijas están diseñadas para cubrir los gastos de manutención y traslado local. Pero fuentes de la propia Cámara reconocen que es «habitual» que las autoridades de los lugares a los que se desplacen les agasajen con invitaciones a comidas, cenas o incluso se encarguen de su traslado desde el aeropuerto o estación de tren al punto final de destino.
El Congreso corre con los gastos de pernoctación y desayuno, transporte principal, traductores si fuera necesario u obsequios protocolarios. Si el diputado considera que el viaje le va a obligar a realizar algún gasto extraordinario debe comunicarlo con antelación y recibir autorización para que le sea sufragado al margen de la dieta fija.
Al hecho de que la dieta se transforma en muchos viajes en un ingreso extra completamente opaco se une que está exenta de impuestos. Lo establece así la Ley del IRPF cuando la finalidad de la misma es la manutención y los traslados, al entender que se trata de gastos que existen realmente y no de ganancias.
La portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, pidió este martes que se revise el modelo y se introduzcan cambios para que la Cámara solo pague por los gastos que tengan lugar durante el viaje. El PSOE y el PP, en cambio, echaron balones fuera. Al menos uno de ellos es necesario para que pueda reformarse el sistema.
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