Díaz presume de haber doblado el pulso al PSOE con el SMI pese a terminar aceptando la propuesta de Montero

«Ha sido una negociación difícil y dura, pero lo hemos conseguido», ha celebrado la líder de Sumar, quien asegura que el Ejecutivo de coalición «sale fortalecido» de este nuevo encontronazo y aspira a que en 2026 sea una realidad que el salario mínimo tribute sólo cuando alcance el 60 por ciento del salario medio neto, aunque la pata socialista del Ejecutivo ni siquiera se haya comprometido con Díaz a ello. Aún así, el secretario primero de la Mesa del Congreso y diputado de los comunes (Sumar), afirma que «se va a mantener» y que ya se verá «con que mecanismos». En cualquier caso, Pisarello ha calificado el pacto de «triunfo» y de «gran paso adelante en una legislatura que es muy compleja».

El miércoles por la mañana, mientras Pedro Sánchez comparecía en el Congreso de los Diputados para rendir cuentas sobre su plan de defensa para España, el anuncio del pacto parecía ser inminente después de haber hecho llegar Díaz su propuesta a Hacienda el lunes por la noche, según trasladaban fuentes del entorno de la vicepresidenta segunda. Pero a mediodía, las cosas se torcieron y la posibilidad de llegar a un acuerdo entre ambos ministerio se congeló después de que Montero, que no está dispuesta a elevar el mínimo exento hasta situarlo en línea con el SMI, aceptara eximir al salario mínimo pero sólo durante 2025.

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Cuarenta y ocho horas después, las vicepresidentas primera y segunda han logrado desencallar la negociación sobre la tributación del salario mínimo 'in extremis' este viernes a primera hora de la mañana, justo antes de la reunión de la Mesa del Congreso, convocada de forma extraordinaria a las 10.00 horas. Apenas una hora antes, la también ministra de Trabajo había denunciado públicamente en televisión que, en la noche del jueves, la responsable de Hacienda había «roto» el diálogo y dado orden a su equipo para levantarse de la mesa. Fuentes del departamento de Montero desmentían, sin embargo, tales afirmaciones, rebajándolas a un alejamiento de las posiciones de los socios de coalición y evidenciando así de nuevo la falta de sintonía entre el ala socialista y el de Sumar dentro del Ejecutivo.

Poco después, ambos departamentos anunciaban un acuerdo, que apostaba por una solución intermedia, y que llegaba sobre la bocina, ya que, a las 18.00 horas de este mismo viernes finalizaba el plazo de 30 días para que el Gobierno pudiese ejercer su veto sobre una proposición de ley (PL) de Sumar con la que pretendía revertir la decisión unilateral de Hacienda para que el salario mínimo tributase IRPF por primera vez en la historia tras elevarse hasta los 1.184 euros mensuales. Recordar que la propia Díaz criticó en su momento, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado 11 de febrero, que no hubo «ni deliberación ni comunicación» de la medida, y que la socialista María Jesús Montero no le había comunicado nada al respecto en la reunión ordinaria del Gabinete, sino que tuvo que enterarse a través de los medios de comunicación.

Tras el anuncio del acuerdo, el secretario primero de la Mesa y diputado de los comunes (Sumar), Gerardo Pisarello, ha comunicado en rueda de prensa que finalmente la norma de Sumar iba a acabar siendo retirada. En paralelo a Sumar, Podemos y el Partido Popular (PP) registraron sus propias leyes contra la tributación del IRPF en el salario mínimo en la Cámara Baja y que sí han sido vetadas por Hacienda. La de los populares, a las 19.30 horas y la de la formación morada, a las 9.30 horas de este mismo viernes, cuando también finalizaba el tiempo para que el Ejecutivo hiciese uso de esta facultad de la que dispone siempre que considere que una iniciativa parlamentaria supone un aumento de gasto o merma de ingresos del Estado.

La fórmula pactada entre PSOE y Sumar consiste en introducir una deducción en la cuota del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas equivalente al importe que cada trabajador debería pagar por dicho impuesto, anulándolo en la práctica.

Así, las aguas del Gobierno de coalución parecen calmarse tras semanas de convulsiones y choques a raíz de la aprobación de la subida del salario mínimo de 50 euros hasta los 1.184 euros mensuales también a principios de febrero, pero también por la subida del gasto en defensa después de que los de Yolanda Díaz en el Congreso se desmarcaran del rearme europeo que sí suscribe Sánchez e incluso abogen públicamente por que nuestro país abandone la OTAN. «Le agradezco muchísimo el trabajo a la ministra de Hacienda porque ha sido clave para que subamos los sueldos del conjunto de nuestro país», ha señalado Díaz en declaraciones a La Sexta al filo de las 14.00 horas a pesar de que horas antes había reprochado a Montero que «el aroma que rezuma es que le parece que el salario mínimo ya es muy elevado en España, y no es verdad». «Es un bien día para felicitarnos», ha salido a decir Montero, por su parte.