Cuestión de confianza
La decisión de aplazar la iniciativa de Junts se cerró una hora antes tras contactos a varias bandas
Miembros de PSOE y Sumar se vieron en la Mesa del Congreso treinta minutos antes de la reunión
PSOE y Sumar frenan la ruptura por la cuestión de confianza para no enfadar a Puigdemont
Patricia Romero y Juan Casillas
Madrid
No había vuelta atrás. El PSOE estaba decidido a impedir que la Mesa del Congreso admitiera la proposición no de ley (PNL) de Junts para que el Pleno debata la conveniencia de una cuestión de confianza, es decir, que Pedro Sánchez vuelva al hemiciclo para ... comprobar si sigue contando con el apoyo de los grupos parlamentarios que lo invistieron hace poco más de un año. O ese fue, al menos, el mensaje que trasladaron los socialistas a los medios de comunicación apenas 48 horas antes de esta reunión clave del órgano rector de la Cámara Baja.
Pero había mucho en juego: proteger la mayoría parlamentaria actual y evitar el divorcio con los de Carles Puigdemont, cuya formación, según fuentes cercanas a la Mesa, dio el visto bueno a este segundo aplazamiento a su PNL en menos de un mes. Según el partido de Yolanda Díaz, gracias en parte a su «tarea pacificadora» y a que el PSOE, apuntan, tampoco es «kamikaze».
Los pasillos del Congreso volvieron a ser testigos de un acuerdo 'in extremis'. Esta vez, entre los dos socios de coalición, que no cerraron su decisión de aplazar la admisión o no trámite de la PNL hasta una hora antes de celebrarse el cónclave y tras conversaciones previas «a muchas bandas», según trasladaron a ABC fuentes cercanas a la Mesa, en la que PSOE y Sumar forman mayoría y, por tanto, pudieron imponer sus votos a los del PP, partidario de dar luz verde a la iniciativa de los independentistas.
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Miembros de ambos partidos, PSOE y Sumar, se dieron cita en salón de Ministros, en la planta baja del Palacio del Congreso, lugar de reunión habitual de la Mesa, media hora antes del inicio del cónclave, previsto para las 11.30 horas y que terminó alargándose mucho más de lo normal, cerca de una hora y cuarenta y cinco minutos. Se encontraban el vicepresidente primero de la Cámara Baja, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, la secretaria segunda del órgano, Isaura Leal, ambos del PSOE, y el secretario primero, Gerardo Pisarello, de Sumar. Pisarello llegó al filo de las once, poco después lo hicieron Gómez de Celis y Leal y, tras cinco minutos reunidos, salieron por separado primero Pisarello y después los dos socialistas, antes de regresar junto al resto de los integrantes de la Mesa y dejarse fotografiar en las habituales entradas.
La reunión triplicó el tiempo habitual de los encuentros habituales del órgano rector de la Cámara Baja pese al aplazamiento
El diputado de los comunes, único en hablar, dijo que estaban estudiando cómo «adaptar al Reglamento» la PNL del 'expresident' fugado. El mismo Pisarello que en la víspera de la cita se mostró especialmente duro con los socialistas y les pidió ser «valientes» y esforzarse en retener a Puigdemont, al tiempo que se inclinó también por vetar la cuestión de confianza, la cual no considera «útil», y que expresó el malestar de su Sumar por haberse enterado de la posición de su socio a través de la prensa.
Díaz media otra vez con Puigdemont
«Conversaciones constantes, tiras y aflojas, resistencias... No ha parado de haber contactos» en todas direcciones, incluidos los neoconvergentes, confesaron desde PSOE y Sumar. En este sentido, los de Yolanda Díaz aseguraron que los canales de conversación con Junts siempre se han mantenido «abiertos» y que por ello, habían exigido al PSOE que negociara hasta el último minuto.
Es en este punto de la ecuación donde también entra en juego el papel de la vicepresidenta segunda, Díaz, enlace habitual, últimamente, entre el Ejecutivo central y los secesionistas. Habló personalmente con el expresidente catalán para desencallar el pacto fiscal en diciembre y lo volvió a hacer con la reducción de la jornada laboral en busca de su apoyo cuando logre llevarla al Congreso. Ahora, también ha contribuido a apaciguar a Junts: «Claro que ha hablado con ellos, ella siempre habla con todo el mundo», aseguran fuentes de su entorno.
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