Dana Erlich, encargada de negocios de Israel: «Lamentablemente, en España se está legitimando el discurso antisemita»
La actual máxima representante diplomática de Tel Aviv asegura a ABC, tras los disturbios de La Vuelta, que están viendo «cómo surge el antisemitismo en España»
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Iniciar sesión«Lo que sucedió este domingo en La Vuelta ciclista es muy grave», afirma a ABC Dana Erlich, encargada de negocios de Israel. En plena escalada de tensión en las relaciones con España tras el llamamiento de Sánchez de este domingo a la movilización propalestina ... y tras las medidas del Gobierno contra Israel de la semana pasada, Erlich toma las riendas de la representación diplomática del país judío en un contexto en el que «estamos viendo cómo surge el antisemitismo en España».
—¿Cómo vivió las protestas de este domingo?
—Fue muy grave. Todavía miro las imágenes y me duele por la gente que estaba ahí. Vemos a personas que solamente querían ver un evento atlético, deportivo, internacional, y tuvieron que huir con miedo. No solo la gente, los activistas proisraelíes que estaban amenazados, sino también todo el público que fue afectado. Me faltan las palabras porque no es una protesta. Una protesta es algo democrático, válido. Lo que hemos visto es un abuso de la democracia para callar a otras voces.
—La comunidad judía acaba de decir que los disturbios «alimentan el odio». ¿Cree que en España se está legitimando el discurso antisemita?
—Lamentablemente, sí. Lo que vemos ahora es esa ola de odio que crece más y más, una delegitimación de Israel y de todo lo que tiene que ver con Israel. Esto no es una crítica política o legítima. Es un acto de violencia e intimidación, es callarle la boca a la gente. Por eso me preocupa. Como vivimos en países democráticos, la libertad de expresión es muy importante, pero también lo es mantener los derechos humanos de las minorías y asegurarnos de que cada uno tenga su voz. Lo que vimos este domingo fue que la Vuelta, uno de los actos de orgullo y símbolos de España, fue secuestrada por el odio. Me preocupa, y me imagino que a muchos españoles también les preocupa, que representantes del Gobierno lo estén legitimando y apoyando a quienes están violando la ley y rompiendo la Vuelta. Eso no lo puedo entender.
—¿Temen que lo de este domingo pueda desencadenar actos antisemitas?
—Es que ya estamos viendo cómo surge el antisemitismo en España. Un informe del Ministerio del Interior ya publicó números muy preocupantes de actos antisemitas en el último año. Las comunidades judías y nosotros, como el único Estado judío del mundo, lo vemos y no se puede separar. Porque la retórica del Gobierno no es solo crítica política. Cuando llaman a «fuera Israel» o «abajo Israel», como vimos en los carteles de esas manifestaciones, están legitimando la idea de expulsar a los israelíes de todo. Eso también afecta a las comunidades judías. Me sorprende ese llamado a boicotear todo lo que tiene que ver con Israel. Para mí es inaceptable. Espero que, al ver esas imágenes horribles, más ciudadanos en España usen sus voces para combatir el odio y el antisemitismo.
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—El presidente llamó a la movilización propalestina, ¿cree que el Gobierno podría ir más allá e instar a que Israel no participe en Eurovisión? Esta mañana ya ha pedido que se le excluya de competiciones deportivas internacionales.
—No sé lo que el Gobierno puede o no puede hacer. Sé lo que sí puede hacer para combatir el antisemitismo. En la definición de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA), una de las formas de antisemitismo es cuando todos los israelíes son culpables y castigados por la política del Gobierno de Israel. Y eso es lo que ahora el Gobierno de España está pidiendo: que todo el pueblo israelí sea castigado por las acciones de su Gobierno. Eso ya pasó de la línea de la crítica legítima. Es un llamado a excluir a los israelíes de eventos internacionales. No entiendo por qué todos tienen que ser castigados. Además, es olvidar cómo empezó esta guerra tan trágica, que fue lanzada por Hamás el 7 de octubre. No se puede separar de esos eventos. El Gobierno español ha dicho que Hamás no puede ser parte del futuro de la región ni de la vida de los palestinos. Es tiempo de que también actúen contra Hamás y no solo contra Israel.
—¿Han aumentado la seguridad en el perímetro de la embajada?
—Nosotros siempre estamos protegidos y tenemos la ayuda de las fuerzas españolas, que históricamente saben las amenazas que enfrentamos. Nos sentimos seguros. Lo que me preocupa es ver cómo la violencia y el odio están penetrando en cada evento y en las calles de España. Lo que vimos en la Vuelta en Bilbao y en Madrid es muy grave. No se cancelan las manifestaciones de odio; en cambio, se recomienda a la gente que no vaya o que cancele eventos. No se puede combatir el odio y la violencia cancelando la vida pública. Me preocupa el terror que siembran esas voces tan radicales. Estoy segura de que la mayoría de los españoles no quieren esta violencia. Y decir que si Israel no participa, la violencia desaparecerá, es como culpar a la víctima por estar amenazada. Para combatir esto hay que trabajar juntos, pero necesitamos cambiar la retórica y ver la responsabilidad de los representantes oficiales sobre cómo sus palabras están alimentando el odio.
—¿Ha mantenido alguna interlocución con el Gobierno desde este domingo por la tarde?
—No. En nuestros canales no hemos tenido comunicación desde el domingo.
—Nadie le ha dicho nada.
—¿Del Gobierno? No.
—¿Ni del Ministerio de Asuntos Exteriores o de la Delegación del Gobierno?
—No. Estábamos todos ocupados viendo las imágenes. A mí me duele verlas, me duele ver cómo el odio logró cancelar la Vuelta por primera vez en la historia de un evento tan importante para España.
—Si creen que lo que pasó en La Vuelta fomenta el antisemitismo, ¿esperan del Gobierno algún tipo de gesto o disculpa?
—Las conversaciones que tenemos con el Gobierno son privadas. Pero lo que sí decimos de forma clara y pública es que esto se tiene que acabar. Hay una responsabilidad cuando un representante oficial apoya una ola de odio. No se puede separar la demonización total de Israel de la ola de antisemitismo que estamos viendo surgir.
—Si no se rebajara esta ola de antisemitismo, ¿se plantean romper relaciones diplomáticas con España?
—No. Ahora no hablo en esos términos. No estamos en esa situación. Creo que hay mucho por hacer. Sé que el Gobierno tiene un plan para combatir el antisemitismo y lo agradezco. Pero hay que implementarlo, hay que darle presupuesto suficiente para que podamos combatir el antisemitismo junto con todas las instituciones y las comunidades judías. No creo que esta sea la España que los ciudadanos quieren, no es una España de odio ni de separación ni de falta de respeto a los derechos humanos de las minorías. Creo que todos tenemos un interés común.
—¿Y cómo se conjuga un plan de lucha contra el antisemitismo con un presidente que llama a una movilización propalestina?
—Eso es algo que el Gobierno tiene que explicar. No es una manifestación legítima cuando 25 policías resultaron heridos después de ese vandalismo y anarquismo.
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