Este edificio se ve de dos colores, mitad negro y mitad veis. La mitad del bloque fue alcanzado por las llamas, y la otra mitad se salvó de milagro. Nos lo cuentan los dos únicos ocupantes que están de continuo todo el año, y que ... han logrado conservar su casa intacta. La imagen de la tierra quemada atormenta a vecinos y a este agricultor, que ha perdido dos terceras partes de sus olivos centenarios.
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