Las críticas a la amnistía se cuelan tras los muros de prisión

Algunos, quizá los más ilusos, o aquellos que al menos han decidido que merece la pena levantar la voz, han escrito cartas para pedir un trato similar. No hay en ellos, obviamente, razonamientos jurídicos elaborados, pero sí están llenos de sentido común.

«Solicito que se nos aplique el indulto parcial en base a que todos somos iguales ante la ley de todos (...) y su tramitación ante el Gobierno de la Nación», ha escrito un interno del centro penitenciario de Ocaña (Toledo) para que su solicitud, a la que ha tenido acceso ABC, sea enviada al «Alto Comisionado de las Cortes Generales: Defensor del Pueblo».

Otro recluso de la misma cárcel explica en su escrito, que fue redactado a principios de junio y al que también ha tenido acceso este periódico, que «la Constitución española no establece que en España exista dos tipos de gente, políticos privilegiados que tienen derecho a esta amnistía y otra case social peor, más baja, que no se merece nada». Y se pregunta el autor de la misiva después: «¿Por qué no merezco indulto parcial o amnistía como los políticos catalanes que cometieron el delito más grave que existe en nuestro ordenamiento jurídico?».

No son las únicas cartas que han trascendido, ni siquiera las primeras, aunque ambas están escritas tras la aprobación parlamentaria de la ley. Cuando aún estaba en trámite, en diciembre pasado, se publicó en algunos medios otra carta en la que un interno de la cárcel de Estremera explicaba cómo el término amnistía se había colado en ese 'parlamento alternativo' en que a veces se convierte un módulo.

'El Panamá', que en su día fue condenado a 32 años de prisión, relataba el debate suscitado y cómo al principio los reclusos hasta pensaban que también les podía tocar a ellos, ya que habían cometido delitos menos graves que los de los independentistas, a los que se iban a perdonar los de sedición, malversación, atentados contra la autoridad, tenencia de sustancias para fabricar explosivos y hasta actos de terrorismo... Cuando fueron sacados de su error, según ese escrito, los participantes en la discusión comenzaron a preguntarse: «¿Qué tenían ellos que no tuvieran los demás españoles?».

Fuentes del centro penitenciario de Ocaña afirman que no les extrañaría que próximamente numerosos reclusos se sumen a este tipo de solicitudes. Hay que aclarar, en cualquier caso, que es complicado saber cuántas podrían haberse enviado ya y las que pueda haber en el futuro, puesto que no hay un registro central para este tipo de comunicaciones de los internos, que son recibidas por los directores de los centros.

Lo que sí es evidente es que el hecho de que se haya reavivado la polémica pública por este asunto puede animar a muchos internos a redactar este tipo de escritos, aunque sea como desahogo.