Los sindicatos denuncian la falta de dietas de Interior para los agentes

Según el SUP, los funcionarios se ven obligados a adelantar de su propio bolsillo los gastos de manutención y alojamiento necesarios para cumplir con su trabajo, llegando en algunos casos a desembolsar «hasta 3.000 euros» por comisión. La situación se ha visto agravada este verano debido a la paralización de las «cajas pagadoras». El Ministerio de Hacienda no ha liberado las partidas presupuestarias necesarias, lo que ha dejado sin anticipos a los agentes desplazados.

Carlos Prieto, secretario nacional de prevención de riesgos laborales del SUP, recuerda que el real decreto que regula las dietas no se ha actualizado en más de dos décadas. «Estamos hartos». A su juicio 28 euros al día para pagar todas las comidas, y 48 para el alojamiento, son cifras desfasadas y se encuentran lejos de cubrir un menú del día y una pensión básica. El sindicato calcula que la pérdida de poder adquisitivo en estos conceptos supera ya el 50% desde 2005.

Esta denuncia llega apenas unos días después de que Jupol, otro de los sindicatos representativos en el cuerpo, hiciera pública la situación vivida por varios agentes en Palma de Mallorca, obligados a abandonar el hotel en el que se alojaban al no poder asumir más gastos de su propio bolsillo. En un comunicado, JUPOL aclaraba que el establecimiento no fue responsable de lo sucedido y señalaba al Ministerio del Interior como único culpable: «Los policías fueron abocados a irse por falta de anticipo. El hotel es una víctima más».

Además de acudir a la Inspección de Trabajo, el SUP ha trasladado los hechos al Defensor del Pueblo, ha remitido un escrito al Ministerio de Hacienda solicitando la liberación urgente de los fondos y ha pedido amparo a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. De no obtener respuesta, el sindicato estudia emprender acciones legales «de manera inminente».

Esta preocupación ha llegado a también a las asociaciones profesionales de la Guardia Civil, donde indican que «la escasez de fondos no distingue cuerpos» y consideran que, «es cuestión de tiempo que las de la Benemérita también colapsen». Por ello, también se suman a las peticiones de los principales sindicatos policiales y solicitan una dieta única, justa y adaptada al siglo XXI.

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El SUP va más allá e incide en los riesgos para la salud que esta situación genera en los agentes. En su denuncia, alertan de «graves riesgos psicosociales» que no han sido evaluados ni prevenidos por la Administración, en vulneración de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Entre las consecuencias señalan hipertensión, ansiedad, baja autoestima y un evidente deterioro del rendimiento profesional. A ello se suma el impacto en la vida personal y familiar: estrés parental y conflictos conyugales.

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