«Sabíamos que algo grave había pasado»: un año de la tragedia del Medusa Festival donde murió un joven

13 de agosto de 2022. De madrugada y sin esperarlo. Una parte del escenario se desplomó sobre el público a causa de las fuertes rachas de viento provocadas por un reventón térmico que hizo aumentar las temperaturas por encima de los 40 grados, que cayera estrepitosamente la humedad y se desatara un vendaval superior a los cien kilómetros por hora en cuestión de minutos. «Con el estado actual de la ciencia, fenómenos como este no se pueden prever con exactitud», defendió entonces la delegación de Aemet en la Comunidad Valenciana.

Un año después, los promotores de uno de los festivales de música más importantes y con mayor afluencia de España tienen todo listo para llevar a cabo una nueva edición que empieza este miércoles 9 y termina el próximo domingo 13 de agosto, en la que esperan congregar a más de 300.000 asistentes y en la que cuentan con DJs de la talla de David Guetta y Carl Cox.

No obstante, mientras que la música del Medusa invadirá de nueva las playas de Cullera, la investigación por el accidente mortal del año pasado continúa abierta en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Sueca, donde se trata de dilucidar las causas del siniestro y depurar posibles responsabilidades. Al respecto, el ingeniero técnico del Ayuntamiento del municipio valenciano declaró el pasado mes de febrero ante el juez, a quien detalló que el trámite era «impecable» y que el recinto cumplía con todos los requisitos de seguridad.

Por otra parte, el representante legal de la empresa organizadora, así como los responsables de las compañías encargadas del montaje de las estructuras, también testificaron en el juzgado por un presunto delito de homicidio imprudente. La tesis que defienden, apoyados por el informe de Aemet y la documentación en regla, es que el suceso era inevitable por el fenómeno meteorológico registrado aquella fatídica madrugada, incluso cumpliendo toda la normativa de anclajes.

En paralelo, un informe técnico de los arquitectos que inspeccionar el lugar del siniestro concluye que hubo «errores de definición y de montaje» en los anclajes de las estructuras que salieron volando, en concreto, en elementos auxiliares. Además, argumentaron que estas decoraciones fueron instaladas «sin la supervisión de técnicos responsables». Entre las estructuras que colapsaron, se encontraban el pórtico de la entrada principal, dos salidas de emergencia y una última de acceso a baños.

«Recuerdo no saber muy bien qué estaba pasando. En el escenario principal dejó de sonar la música y todo se apagó de repente», relata Jesús a ABC. «Incluso me acuerdo la última canción que sonó: el remix de Titanium de David Guetta y Morten. Jamás lo olvidaremos», insiste. Como él, muchos asistentes al evento echan la vista atrás y se estremecen con los momentos de pánico y miedo que vivieron: «Habían personas tumbadas en el suelo, otras muchas corriendo hacia las salidas. Se vivió caos e incertidumbre mientras un viento fuerte y cálido nos golpeaba por todas partes. Llovía de manera tímida un agua fría que contrastaba con el calor del viento».

«Al poco las ambulancias comenzaron a aparecer de detrás del escenario principal. Es ahí cuando nos dimos cuenta que algo grave estaba pasando. Tuve que esperar a mi hermano y a una compañera que estaban en el backstage y que estuvieron varios minutos sin dar señales de vida. Una vez nos reunimos todos sanos y salvos, la policía nos obligó a desalojar el escenario principal para que los servicios de emergencia atendieran a los heridos», rememora este asistente.

«No podíamos casi ni hablar. Sabíamos que algo grave había pasado pero nadie nos podía decir hasta qué magnitud. Vimos de camino al coche personas llorando, otras muchas perdidas entre la multitud que buscaba la salida. Sentimos como un lugar dedicado a la fiesta y a la diversión se transformó en algo absolutamente opuesto», se acuerda Jesús quien celebra volver a acudir al festival este año.

«Se apagó toda la música de repente y pensábamos que iban a cambiar de DJ. Empezó a soplar mucho viento, hacía calor tras un fuerte cambio de temperatura y no se veía nada porque estaba todo lleno de arena», relata a este periódico Andrea, otra asistente que sufrió un accidente con una valla que se había volado cuando intentaba abandonar el parking con su vehículo.

Peor fue lo que le tocó vivir a Marilyn, una de las víctimas de la tempestad de arena que sufrió seis lesiones de vértebra y que hoy día padece fuertes dolores y pasa gran parte de su tiempo en una cama medicalizada. «Mi fisioterapeuta me dice que dentro de diez años mi espalda estará muerta y que no sabe cómo voy a evolucionar. Lo que estoy viviendo ahora es que no puedo andar«, relataba la joven en el programa de Antena 3 'Espejo Público' hace un par de semanas.

Más de 300.000 personas pisarán Cullera (Valencia) del 9 al 13 de agosto para escuchar y bailar al ritmo de la música de DJs como Amelie Lens, Fatima Hajji y Brenda Serna en la VIII edición de Medusa Festival, que tendrá como protagonistas a las mujeres.

De esta manera, estarán presentes en la cita un «nutrido» elenco de referentes femeninos en el mundo del 'clubbing' que posicionan al festival valenciano como «el macroevento de electrónica con el mayor número de mujeres encima de sus escenarios», según ha indicado la organización del evento en un comunicado.

Brenda Serna, Juicy M, AEREA, Daria Kolosova, Lady Dammage, DJ Marta, Miss K8, Sofia DJ, MATTN, Mandy, Viviana Casanova, Blondex, Nervo, Anime, Korsakoff y las «muy aclamadas» por el público Amelie Lens y Fatima Hajji serán las encargadas de dar visibilidad a la mujer en un entorno que, tradicionalmente, ha sido casi monopolizado por hombres.