Las consecuencias desde este jueves son imprevisibles en la izquierda valenciana. Me consta, es información, que ni Héctor Illueca ni su entorno tuvieron duda alguna del apoyo de Yolanda Díaz a la candidatura del actual vicepresidente de la Generalitat Valenciana en los ... comicios del próximo 28 de mayo. Illueca debió sonreír con la autosuficiencia del que sabe que, en esta partida, su mano era la ganadora. Ha llegado el momento de enseñar las cartas y algún jugador, con escaño en el Congreso, debió tener la tentación de meterse debajo de la mesa.
En la decisión de la líder de Sumar ha pesado por este orden, la amistad y relación personal con Illueca, factor determinante, así como también el riesgo más que real de ver a Podemos el 29 de mayo fuera de las Cortes Valenciana. Una situación que si o si, daría en gobierno de la Generalitat a Carlos Mazón, algo que por otra parte parece cada vez más cercano, aunque Podemos sobrepase la barrera del 5% de los votos.
Resuelta la ecuación Yolanda Diaz más allá de matices, el papelón sería para Compromís. A la presentación del proyecto político de la vicepresidenta en Madrid se desplazó la mejor representación de la coalición nacionalista con Joan Ribó, la consellera Isaura Navarro y María Josep Amigó. Mostraron su apoyo y la necesitan en las autonómicas, pero sobre todo en las generales porque el único escaño de Compromís en el Congreso se puede quedar en nada en 2024. La pregunta del millón es cuanto influye en la campaña la irrupción de Díaz y si de verdad aportará votos al bloque de izquierda o simplemente habrá un traspaso de apoyos entre partidos. Compromís se quedó sin Oltra, ahora todo apunta que no tendrá el refuerzo de la lideresa de Sumar y con esta ensalada Baldoví firmaba el viernes pasado en un acto público repetir los resultados de 2019 lo que no le da ninguna opción real de ser presidente de la Generalitat. Con Yolanda o sin ella.
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