«Vete a tu puto país, te doy una y no te levantas del suelo»: denuncia que le echan de una piscina de Valencia «por llevar velo»
La Policía Nacional investiga un delito de odio después de que una mujer saharaui alegue insultos y racismo, y detiene a dos empleados de la seguridad de la instalación
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VALENCIA
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Iniciar sesiónAgentes de la Policía Nacional investigan un posible delito de odio el pasado 4 de agosto en la piscina municipal del valenciano barrio de Benicalap, cuando la saharaui Fadila Said intentó acceder al recinto acompañada de sus hijos y una amiga y se ... lo impidieron por llevar el velo. Han detenido a dos empleados de la seguridad de la instalación -que han quedado en libertad- como presuntos autores de un delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas.
Los dos hombres, de 32 y 50 años de edad, también están siendo investigados por presuntamente humillar verbalmente a la mujer, delante de sus tres hijos menores de edad.
«Les pedí una explicación de por qué no me dejaban pasar y empezaron a insultarme. Así que puse una hoja de reclamaciones y me fui», relata la denunciante. Sin embargo, volvió a la misma piscina poco después, esta vez con la ropa de baño puesta, pero de nuevo sufrió el veto: «También me pararon, y al preguntarme si llevaba bañador, se lo enseñé. Tras preguntarme si esta vez me iba a bañar, le dije que no, y entonces me dijeron que tampoco podía pasar», según ha relatado a varios medios de comunicación.
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En ese punto, y según cuenta la afectada a Levante, «vino un chico negro al que le dijeron que se tenía que cambiar de ropa para poder pasar. Lo mandaron a casa sin entrar a la piscina, aunque iba en bañador». Igual que en la otra ocasión, más mujeres con sus hijos comenzaron a entrar a la piscina. «Yo lo único que les pedía es que me dieran una explicación de por qué ellas sí y yo no. Al final llamé a la policía», añade.
En este sentido, es precisamente en esta espera a la llegada de los agentes cuando se generó una acalorada discusión en la que los miembros de seguridad de la piscina comenzaron a proferirle insultos racistas delante de sus hijos de 5 y 8 años: «vete a tu puto país», «qué asco de ropa lleváis», «iros a parir a vuestro país» o «como des un paso más te doy una que no te levantas del suelo» fueron algunas de las 'lindezas' que atribuye al personal de seguridad, que «se negó a dejarla pasar por llevar velo».
Además, y según denuncia la víctima, los responsables de seguridad también la tildaron de «conflictiva» y le espetaron que «en la piscina hay muchas mujeres gitanas, y, si os juntamos, en media hora la tenemos liada». Para más inri, Fadila también apunta que, tras el incidente, salió «para sentarme en un banco de la calle mientras los agentes llegaban, pero lo rociaron con agua para que no pudiera hacerlo».
La reacción del Ayuntamiento
Por su parte, el Ayuntamiento de Valencia, ha anunciado en un comunicado que, «ante las informaciones conocidas sobre un posible caso de discriminación a una mujer en la piscina municipal de Benicalap», abrirá una investigación conjunta por parte de la Fundación Deportiva Municipal (FDM) y la Oficina de No Discriminación del consistorio, «para conocer los hechos que se han producido y tomar las medidas oportunas que fuesen necesarias».
La decisión ya ha sido trasladada a la empresa concesionaria de la piscina municipal de Benicalap, externa al Ayuntamiento, que, mientras prepara el informe requerido por el consistorio, asegura que no dejó entrar a Fadila porque «pretendía bañarse con la ropa de calle y eso está prohibido».
La ONG València és Refugi, que está ayudando y acompañando a la víctima, ha explicado a Europa Press que han presentado hojas de reclamaciones ante el consistorio y una denuncia primero ante la Policía Local y posteriormente ante la Nacional. La entidad ha subrayado que el personal de seguridad impidió el paso a la mujer a pesar de que les dijo que esa era su ropa de calle y llevaba burkini para cambiarse, y reprocha que no es la primera vez que le sucede.
De hecho, ha señalado que pruebas gráficas de lo sucedido porque la víctima estaba alertada de que, si le volvía a suceder, les avisaran para asistirla, por lo que fueron testigos. Ana, que pertenece a la entidad, ha lamentado el «componente racista y de islamofobia« de esos trabajadores además de que los insultos se profirieron delante de tres niños pequeños, de entre 6 y 12 años de edad, que ahora tienen miedo de volver a la piscina.
Según la ONG, la afectada se encuentra mal, en especial por la presencia de sus hijos en la agresión verbal sufrida. En esta línea, relata que uno de los niños ha inventado una canción en la que cambia el nombre del «hombre del saco» por el «hombre de la piscina«.
En este proceso, la entidad está intentando hacer un «acompañamiento emocional«, si bien reconocen que siempre hay una parte del camino en el que la víctima »quiere dar un paso atrás« y, en este caso, asegura que se está »acelerando« porque tienen »miedo real« a posibles consecuencias. »Y esto es lo que no se puede consentir: no es normal que haya tres niños que no quieran ir a una piscina«, ha lamentado.
La Fiscalía estudiará el caso
La fiscal delegada de delitos de odio de la Fiscalía Provincial de Valencia, Susana Gisbert, ha señalado a Europa Press que su sección asumirá las diligencias cuando las traslade el juzgado y ha destacado que, de confirmarse los hechos y si están acreditados, podrían enmarcarse en un delito de odio específico recogido en el artículo 511 del Código Penal.
Este artículo hace referencia al particular encargado de un servicio público que deniegue a una persona una prestación a la que tenga derecho por razón de su ideología, religión o creencias, su pertenencia a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, situación familiar, por razones de género, enfermedad o discapacidad. Pero, además, se tendrá en cuenta si la víctima ha sufrido una humillación o menosprecio.
Gisbert ha señalado que no es fácil determinar si está habiendo un incremento de casos de islamofobia porque en las estadísticas tanto de Fiscalía General como del Consejo General del Poder Judicial no se incluyen con este nombre concreto y muchas veces esta discriminación está mezclada con otras, por otras razones como por nacimiento o raza. Por ello, apunta que es «difícil seguirles la pista» si bien admite que en la práctica diaria «sí que se ha notado en los últimos tiempos».
Desde el Ayuntamiento de Valencia «se condena todo tipo de discriminación y se trabaja a diario para evitar situaciones que pudieran vulnerar los derechos de las personas« y se ha puesto a disposición de la Policía Nacional en la investigación que está llevando a cabo sobre el tema.
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