«Vete a tu país»: un hostelero la toma con los clientes extranjeros que le dejan malas reseñas

No hay duda de que las reseñas negativas en Google pueden afectar a cualquier empresario o trabajador del sector hostelero, más todavía si no son constructivas. No obstante, deben evitar caer en la tentación de contestar con insultos o incluso con amenazas, como hace el protagonista de la última publicación de Soriano.

En esta ocasión, el hostelero no se queda corto. A una primera crítica en la que le llaman «estafador» por sus «precios muy inflados para la calidad de su producto», responde con «el mismo desprecio» -o con bastante más, mejor dicho-: «Eres el soplapollas más grande del planeta Tierra», empieza.

«No engañamos a nadie, todos los productos que dispensamos en nuestro establecimiento se encuentran detallados con sus precios en las cartas de menú del restaurante. Que Dios te dé el doble del mal que le deseas a los demás», concluye.

Pero la cosa no se queda ahí. Otro comensal italiano le puntúa con un dos sobre cinco y apunta que el café era «malo» y «caro» al costar 1,40 euros. Ante esta acusación, responde: «El café que dispensamos es arábico 100%, de primerísima calidad». Y le pregunta: «¿Cuánto vale un café en su país, señor miserable y asqueroso?».

Por último, su contestación más extensa va para un tercer cliente que se cuestiona «por qué este lugar tiene tantas calificaciones de cinco estrellas». Relata a continuación que se comieron un sándwich y una hamburguesa y que ambos productos estaban «literalmente insípidos» y eran «demasiado caros para la baja calidad». «Este restaurante responde cada baja valoración en Google con severos insultos personales e incluso amenazando a sus clientes», recalca este comensal de origen inglés.

El polémico gerente del restaurante en cuestión responde al cliente afeándole que en sus reseñas «prácticamente siempre escribe lo mismo, dejando claro que es una persona con problemas, que debería acudir al médico y tratar su trastorno».

«No solo por ti, sino también por los que te rodean, cuídate pedazo de carne con ojos. Y una última recomendación, vete a tu país y por favor no salgas de tu casa hasta que estés bien», escribe. En adelante, finaliza su réplica pidiéndole que «no siga intentando tergiversar», ya que «no puede permitir que eche por los suelos el trabajo de sus siete empleados y la reputación del local demostrada en 26 desde su apertura».

«Que Dios te dé el doble del mal que le deseas a los demás», utiliza de nuevo esta frase y acaba con una recomendación con doble sentido: «Vente a nuestro restaurante, hemos cambiado de proveedor de carnes brasileñas por otro argentino. Tenemos unas salchichas que te van a encantar, largas, gruesas y suaves al paladar. Te van a dejar extasiado, ven y pruébelas, por favor».

Las reacciones de los seguidores de Soriano para criticar la actitud del hostelero no se han hecho esperar en redes sociales: «Con lo fácil que es para un propietario crear un word con un texto típico de hemos notado nota y agradecemos su tiempo y su comentario nos ayuda a detectar nuestros fallos», aconseja un tuitero.