Este pasado miércoles, el consistorio izó la bandera roja y recordó a los bañistas que cuando se observan ejemplares de esta especie venenosa «deben mantenerse alejados» de ellos debido a su picadura, que genera «náuseas, dolores y vómitos». Además, el primer edil indicó que estos animales tienen un tamaño pequeño, de unos cuatro centímetros, así como un color «brillante y llamativo».
Por todo ello, el Ayuntamiento puso en marcha un dispositivo preventivo para detectar posibles ejemplares arrastrados por las corrientes marinas. «Los servicios municipales están atentos a la evolución de la situación e irán informando sobre las diferentes medidas», detalló el alcalde.
Asimismo, Sáez advirtió de que si se observa un ejemplar, no se debe tocar «ni con guantes» y que hay que avisar a socorristas o autoridades. También recalcó que si se sufre una picadura, hay que enjuagar la zona con agua salada y acudir al puesto de socorro o centro de salud más cercano para recibir atenciones.
En nuevo mensaje publicado este jueves, el edil confirma que se ha izado la bandera amarilla en las playas de Guardamar tras el cierre del operativo de vigilancia especial, por la presencia de dos ejemplares de dragón azul. «Los servicios municipales, policía y socorrismo siguen atentos a la evolución de la situación», ha añadido.
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