Los trabajadores de Bimbo en Alicante alcanzan un preacuerdo de traslados, prejubilaciones y salidas incentivadas tras el cierre

A partir de ahora, cada uno podrá optar por tres opciones a través de un cuestionario. «Hay gente que ya se ha buscado trabajo y quiere salir lo antes posible con indemnización, otros prefieren trasladarse a fábricas de la compañía y, cuando no hay hueco, prejubilarse», ha resumido el presidente del comité de empresa, José González (CCOO).

El sentir general es que «las condiciones han mejorado sustancialmente» en comparación con las iniciales, lo que atribuyen a «la manifestación, los siete días de huelga convocados, la concentración en la sede central en Madrid, todo eso ha ido ayudando, moviendo la empresa poco a poco» desde los planteamientos de partida en la negociación.

«La gente ya ve la salida más clara que al principio, con sólo 20 días por año de indemnización, cuando todo era negro y oscuro, estamos relativamente satisfechos, porque nuestra primera intención era que no cerrase, pero nunca se nos ha dado ninguna esperanza de que no fuera así, por lo tanto, en la negociación hemos llegado hasta el final con la empresa», ha añadido.

De esta manera, quedan las siguientes tres salidas, para la plantilla, según la edad y preferencias de cada trabajador.

Hay recolocaciones de quienes quieren seguir trabajando en la compañía, con Paterna como la opción mayoritaria. Los tres primeros meses, con una ayuda para el transporte o kilometraje de 1.200 euros/mes. Después, tres opciones: a quien no le gusta, se va con la indemnización prevista: quien se queda a vivir en la provincia de Alicante sin traslado (tres meses más percibiendo un complemento de 1.000 euros/mes y el cuarto de 600 euros); y la tercera, trasladar el domicilio a la ciudad de la otra fábrica, con 18.000 euros de compensación (4.000 el primer mes, 1.000 al mes hasta completar el total, además de los gastos de la mudanza)

La segunda posibilidad se denomina «planes de renta», para personas que cumplan los 56, 57 o 58 años de edad antes del 31 de diciembre de 2024, que perciben el 85% del salario hasta los 62 años y seis meses, y luego se prejubilan, con las condiciones de los ERE. Quienes tengan 59 años, el 90% del salario neto hasta los 63 años y seis meses. Y más de 60 años, el 95% hasta los 64 años y seis meses.

Finalmente, los trabajadores también pueden decidirse por las «salidas indemnizadas», no despidos, porque son voluntarias. Cobrarán el equivalente al despido improcedente, con el matiz de que «hay un antes y un después de 2012», con la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy: los que tienen antigüedad superior a esa fecha, percibirán 45 días/año trabajado con un máximo de 42 mensualidades, es decir, hasta unos tres años y medio de salario. Los otros, 33 días/año trabajado y 24 mensualidades.

Además, se ha pactado para estos últimos una mejora indemnizatoria basada en dos variables: antigüedad y la indemnización que cobran, con una mejora para todos de entre 1.000 y 3.500 euros. Eso quiere decir que el caso «más sangrante» de un recién incorporado con menos de un año de antigüedad en la empresa, a los 750 euros que cobraría se le suman otros 1.000 euros más.