El pasado sábado 8, los grafiteros fueron sorprendidos en el recinto ferroviario ubicado bajo el paso elevado de Giorgeta. Tras recibir el aviso por parte de un trabajador, la patrulla de la USAP paró a los jóvenes a bordo del Ford Focus con el que se habían dado a la fuga, informa el cuerpo municipal.
Los sospechosos, que estaban manchados de pintura, llevaban en el maletero del coche una escalera de aluminio, una linterna, ropa con manchas de pintura, dos rodillos de pintura y 42 botes de pintura de varios colores. El maquinista confirmó que eran los grafiteros que había sorprendido pintando en los vagones.
Seguidamente, los agentes constataron que la pintura de los grafitis estaba fresca y pusieron los hechos en conocimiento de la autoridad judicial ante un posible delito de daños. La compañía ferroviaria calcula que el daño ronda los 6.000 euros, a la espera de un peritaje oficial
Además, la responsable de la empresa informó a la patrulla que la noche anterior varias personas habían lanzado piedras a los vigilantes de seguridad al ser sorprendidas mientras realizaban pintadas en los vagones.
Como concejal de Seguridad, Jesús Carbonell llama a evitar este tipo de actos, que «más que vandálicos se deben considerar como delictivos». «Tolerancia cero contra los grafitis que no están autorizados o se realizan fuera de espacios artísticos, ya que pueden dañar mobiliario urbano, propiedad privada y, en el caso más grave, cuando las pintadas se producen en un Bien de Interés Cultural, situación que se convierte en un delito contra el patrimonio histórico«, subraya.
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